En el marco de la gira por las diferentes unidades del Instituto Nacional de Rehabilitación, llegó a la Unidad 24 de Pense, el Director Nacional del INR, Crio. May. Crisoldo Caraballo, con quien @gesor mantuvo diálogo respecto del cierre de las actividades del presente año y aspectos de la gestión nacional y local de los centros para personas privadas de libertad.
Explicó que desde la dirección "se recorre todo el país y se hace un cierre de actividades en todas las ciudades, con un reconocimiento al personal que trabaja y a las instituciones que están colaborando, a veces en forma invisible, con nosotros. La idea es generar ese espacio y que el personal se sienta motivado, reconocido, que tengamos instancia de diálogo con ellos y saber que su trabajo para nosotros es muy importante".
Considera que más allá que la razón de ser del instituto "siempre va a ser el privado de libertad, si no tenemos personal motivado, preparado, capacitado para cumplir la tarea, es muy difícil cumplirla. En este proceso integramos a la sociedad civil y empresas que nos acompañan, es una instancia que va a culminar el día 15 de diciembre en Montevideo, donde se hace el cierre anual de todo el INR".
Añadió, "queremos seguir trabajando en estas instancias, pero también es necesario que se reconozca lo malo, porque todo suma en el proceso, lo que pedimos es responsabilidad en la información, la sociedad necesita saber lo bueno, lo malo y lo regular, en ese proceso a veces tenemos sentimientos encontrados, por eso agradezco que estén acá porque están en un acto no habitual".
Recordó que recién el año pasado "pudimos ubicar a todas las unidades bajo un mismo sistema de gestión, único. Eso implica que a partir de este año podemos empezar a generar estrategias para todo el país y el crecimiento es desigual. Cada unidad tiene su impronta, su manera de trabaja, su idiosincracia, representa lo que es la sociedad, porque el privado de libertad está en esa condición ahora, pero antes integraba una sociedad en su medio libre, todo ello implica que sea un desarrollo desigual y a su vez hay instancias que deben tenerse en cuenta como la arquitectura, el personal, otras variables. Pense es una unidad que se construyó de cero, que hemos tratado de volcarle el personal, de prepararlo, estamos muy esperanzados, esto que se vio hoy es parte de ese proceso".
Reconoció, cosas para mejorar "hay un montón, no podemos decir hoy, lo hemos hablado con el Comisionado parlamentario, hay un montón de dificultades que subsisten, complejidades que debemos solucionar, pero el camino a seguir transitando en el pasaje de una gestión de privación de libertad que debe pasar de lo meramente custodial a la intervención socio educativa, a la recreación, al deporte, por ahí va el camino. Es un proceso largo, pero hay que transitarlo".
En relación al cambio de atención a las personas privadas de libertad, "cuando uno pasa de un trabajo meramente custodial a una intervención socio educativa, recreativa y atención de la salud, sucede esto que usted plantea, esa transición hay que pasarlo y empezar a involucrar al resto de los integrantes de la sociedad e instituciones, en ese proceso estamos. Empezar a integrar a la Junta Nacional de Drogas, a los técnicos, pero es un proceso, que tiene que ver con los procesos de crecimiento. Estamos en ese camino y somos concientes que debemos empezar a trabajar en programas, no solo de intervención en drogadicción, si no también como programas contra la violencia, contra el alcoholismo, la violencia de género, muchas situaciones que se dan que nosotros como institución tenemos que empezar a dar esa respuesta, trabajando en programas de intervención, la sub dirección nacional técnica está trabajando en eso y esperemos a tener resultados".
Caraballo señaló que el sistema y la privación de libertad "estaba preparada para un modelo de trabajo que era custodiar, también teníamos determinada capacidad de plazas locativas que se habían creado y se generaban. Hoy estamos entre 10.300 y 10.500 privados de libertad, estamos construyendo más plazas, si lo uno lo mira desde el punto de vista netamente funcional, las plazas nos van a dar la posibilidad de evitar el hacinamiento. Está la construcción de un emprendimiento público privado que va a ser la Unidad N° 1 de Punta de Rieles que va a albergar 1.900 privados de libertad. Eso nos estaría permitiendo solucionar el hacinamiento, pero tenemos que solucionar el tema de la intervención, y eso debemos hacerlo con técnicos y el apoyo de otras instituciones. Hoy entendemos que la gestión de la privación de la libertad no solo debe estar en manos del INR, si no que debe ser pluri institucional".