En el portal de la FIFA, el maestro afirmó que el primer objetivo trazado de cara a la Copa de las Confederaciones, “es disfrutar”.
“Cada vez que se avecina una competición internacional con equipos tan importantes, como puede ser un torneo continental o mundial, uno tiene la expectativa de llegar lo más lejos posible. Hacía muchísimo tiempo, 17 años, que no ganábamos una Copa América. Por eso ahora que nos ganamos el derecho de disputar esta Copa, lo primero que tenemos que decir es que estamos satisfechos de poder disputarla", dijo.
Y, con respecto a los rivales, aclaró: “sabemos que vamos a enfrentar a grandes equipos. España está marcando una época: gana los torneos más importantes, tiene un juego envidiado por el resto y una gran influencia en el fútbol de estos tiempos. El equipo africano, sea cuál sea, va a ser poderoso. Y lo de Tahití despierta mucho respeto y mucha curiosidad, a ver qué papel cumple”.
El entrenador, si bien un choque ante Brasil haría rememorar la hazaña de 1950, dejó en claro que “el fútbol ha evolucionado y hay cosas que ocurrieron en determinado momento porque las relaciones de fuerza, sobre todo en aquella época, eran de paridad. Lo que enaltece al Uruguay de 1950 son las condiciones en que ganó, pero no porque fuera inferior a Brasil futbolísticamente. Ahora la cosa ha cambiado, ya no es así”.
Por lo pronto, Uruguay ya piensa en lo que se viene. En el amistoso ante España, al que luego enfrentará en la Copa de las Confederaciones, el que jugará ante Francia y, por supuesto, las eliminatorias.