Este sábado 12 de noviembre, se apagó la vida de doña Alba Aurora Muñoz Rava de Bosco, mamá de Jorge, Eduardo, Rosario y Alfredo "Tito" Bosco, éste, detenido desaparecido por el terrorismo de Estado, del que aun no se sabe nada respecto a lo que le ocurrió y donde están sus restos.
Doña Alba, de perfil muy bajo, silenciosa, de andar parsimonioso, debió cargar y lo hizo orgullosamente, pero sí con un gran dolor que ella sola sabía cuánto costaba llevarlo dentro de su alma, no nay nada más terrible para una madre que engendró un hijo, que desapareció por pensar diferente a quienes ostentando el poder del Estado, decidieron hacerlo "desaparecer", cuando lo que se buscaba era un mundo mejor para sus semejantes.
Doña Alba se fue en silencio, como vivió su vida, sin saber donde están los restos de ese hijo, acompañó los reclamos de otras tantas Alba y en especial de ese ícono que tiene Uruguay en la lucha por la verdad y justicia, otra querida madre de mercedaria, Doña Luisa Cuesta.
La Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano fue juntando a familiares de los detenidos desaparecidos que tiene el departamento, una de las últimas oportunidades fue en ocasión de descubrirse la baldosa por la memoria de Nebio Melo, allí estuvieron, entre otros doña Alba, junto a Luisa, a la señora de Ricardo Blanco (que también falleció aunque en su caso pudo recuperar los restos de su esposo asesinado por la dictadura cívico militar), familiares de Omar Paitta como se aprecia en la fotografía de Néstor Gurruchaga.
Aun se recuerda el momento en que doña Alba descubrió la baldosa por la memoria en la que fuera la casa de la familia Bosco Muñoz, allí en la hoy 28 de Febrero (antes Sarandí) frente al Centro Pelotaris Mercedes, entre de Castro y Carega y Ferreira Aldunate (ex Roosevelt), lo que se muestra en la fotografía que ilustra esta nota.
QEPD doña Alba, sabemos que los hijos seguirán la búsqueda de "Tito" en homenaje a sus padres y al propio hermano, en ellos queda el compromiso de continuar con esta lucha.
Hasta siempre Alba, su lucha no será en vano.
En el reciente homenaje que se realizó a Alfredo "Tito" Bosco, su hermano Jorge Bosco, en donde se erige el Espacio Memoria que recordará a los diez detenidos desaparecidos de Soriano, cuando @gesor le consultó sobre su mamá, Doña Alba, visiblemente emocionado dijo, "mamá lo asumió tal vez mejor que papá, no se explayaba, no daba muestras de sufrir, lo cual era peor, porque se lleva todo por dentro. Hasta hace poco tiempo, de vez en cuando, sobre todo en los cumpleaños, cuando ella sabía que había algo de éste (homenajes), ya volvía a preguntar, hoy no sé si hicimos mal, pero no le quisimos decir porque le hace mucho mal e indudablemente nunca nos comentó, supongo que debe haber asumido y lo lamentable de todo, que no solo ella, si no todas las madres, cuando muere un familiar, cuando no se da la lógica y muere un hijo, y sigue existiendo la madre, es no saber donde está el cuerpo de su hijo, con eso está todo dicho".
El integrante de la Comisión Memoria, Justicia y contra la Impunidad de Soriano, Néstor Gurruchaga, escribió al conocerse la partida de doña Alba:
Hoy debemos sentirnos derrotados Se murió Alba y no pudimos con la impunidad
Falleció Alba Aurora Muñoz Rava, madre del compañero detenido-desaparecido Alfredo “Tito” Bosco Muñoz. Cuando todavía había presos políticos en este país, primeros años de la década de los ochenta, Alba junto a otros mercedarios ya trabajaba sobre las consecuencias de la represión y del “Terrorismo de Estado”. Solidaridad con los presos políticos, ayuda a los que iban saliendo de las cárceles y especialmente, empezar a difundir que en este país se había aplicado al igual que en el resto del continente, la desaparición forzada. Alba; fue una de las entrañables “viejas”, que mantuvieron en alto la bandera de la búsqueda de los desaparecidos. En estos últimos 30 años, le tocó soportar el desprecio, el ninguneo, la mentira y el ocultamiento de información. Junto a las otras madres, la taparon con un manto de impunidad y nosotros no pudimos con eso. Nos derrotaron, no supimos y no pudimos cumplir. Hasta siempre Alba, con el compromiso de que el reconocimiento de una derrota no signifique para nada la intención de bajar los brazos.
Néstor Gurruchaga. 13 de noviembre 2016.