Está sesionando en sede del Centro Papeleros Mercedes, la Federación de Obreros Papeleros y Cartoneros del Uruguay, que este jueves realizó la primera parte del encuentro y este viernes culminará con la elección de autoridades.
El actual Presidente, Julio Burgueño, en diálogo con @gesor respondió a interrogantes vinculadas al sector.
En el caso de cómo se compatibiliza las condiciones de trabajo y el aspecto salarial de quienes cumplen tareas en las plantas de celulosa de UPM y Montes del Plata con los que trabajan en empresas nacionales como Pamer, Ipusa, Fanapel, Burgueño fue categórico, "es enorme la diferencia, y te diría que si la tercera se hace, que va a ser grande como las dos juntas que están funcionando, es tan grande eso que asusta. Nada que ver las condiciones de trabajo, los salarios. En lo salarial hay una brecha enorme con las demás industrias del sector papel y celulosa, en algunos lugares es cuatro y cinco veces por encima".
¿Cómo se hace para compatibilizar ello a la hora de la lucha por reivindicaciones?
"Es un desafío que tenemos. La Federación desde que empezó los convenios salariales mantuvo una política que hasta el último convenio la pudo sostener, es diferenciar los salarios y darle un aumento diferencial a los que ganan menos, no ha sido un volumen muy significativo, pero hemos tratado, convenio tras convenio, que el aumento sea a favor d elos que ganan menos. Pero eso no achica la brecha y ahí tiene que ver mucho la industria, la rentabilidad de la fábrica, no olvidemos que UPM hace 1.300.000 toneladas por año, la ganancia que tiene con ello es enorme. La Federación tiene un desafío muy grande por delante de amortiguar o achicar esas diferencias".
Desde el sector político e inclusive desde parte del sector trabajador se pide que en la búsqueda de mayor valor agregado, se transforme a las pasteras en papeleras, ¿comparten ello o temen que de ocurrir ello absorban a las chicas y muchas gente quede sin trabajo?
"Eso hay que analizarlo con muchísimo cuidado, una fábrica moderna de papel, una máquina papelera produce muchísimo. Para que los compañeros de Pamer entiendan, Ipusa puso ua máquina de papel higiénico que marcha 1.500 metros por minuto, en Brasil ya han instalado varias de 6 metros de ancho y 2.000 metros por minutos. Las máquinas modernas hacen tanta cantidad de papel que para un país de 3 millones, si nosotros desafiamos a que pongan una fábrica de esas, si no es con el objetivo de exportarlo, llevarlo para otro país, estaríamos aniquilando a las empresas que funcionan en Uruguay, sería algo muy complejo. Hay que analizarlo, son de las cosas nuevas que los trabajadores deben estudiar, porque a veces planteamos cosas al vuelo, que después la realidad nos impacta, condiciona y joroba".
¿Lo mejor sería que quedaran como están produciendo celulosa?
"Lo mejor que podrían hacer es colaborar con la celulosa, ver como pueden hacer que vaya a las fábricas que producen papel, ahí sería una cuestión para ver, con una celulosa subvencionada, a bajo precio, podría ayudar mucho más que diciéndole que instalen una máquina papelera nueva".
¿Es más fácil tratar con patronales de multinacionales que las nacionales?
"Uno no quiere decir determinadas cosas, porque le gusta lo uruguayo, lo nacional, pero a veces prefiere negociar con una empresa extranjera y no con una nacional, porque las extranjeras se comportan, por ejmplo, mejor de lo que se comporta Pamer. es muy difícil negociar con Pamer. Tenemos un acuerdo con la asociación de fabricantes, que cuando tenemos que hacer una movilización de la Federación, no toman represalias, en el último consejo de salarios, la única que tomó represalias, fue Pamer, suspendiendo a los trabajadores. Me gustaría decir prefiero discutir con las empresas nacionales, que dejan el dinero acá, pero en este caso, diría que es mucho más fácil dialogar con algunas de estas multinacionales que poder negociar con una nacional".
¿No se arrepiente de haber sido de los primeros en poner la cara para que la instalación de Botnia avanzara cuando eran muchas más las voces en contra que a favor en una de las reuniones en La Armonía de Fray Bentos?
"No, no me arrepiento, fue un proceso de mucha discusión, de análisis. Hicimos venir a los papeleros de Finlandia, que vinieron aun cuando estaban perdiendo fuente de trabajo, estábamos preocupados por el medio ambiente, ellos vinieron, fue un proceso largo para que tomáramos la decisión que para Uruguay era preferible que se fuera la celulosa y no el chip y seguimos pensando lo mismo. Al país le hizo bien, los salarios que paga son mejores que lo que paga cualquier rama de actividad, deberían pagar algo más en forestación, y los trabajadores papeleros que cumplen tareas en la planta tienen salarios muy dignos, con una rentabilidad muy grande, por lo que pueden hacer ese esfuerzo y alguno otro más".