El crecimiento que ha tenido Mercedes en los últimos años, ha multiplicado el número de antenas y otros elementos arquitectónicos que pueden representar un riesgo ante fenómenos atmosféricos como los que están repitiéndose cada vez con mayor frecuencia.
A ello hay que sumar que a lo largo y ancho de la ciudad es posible ver restos de antenas de televisión y otras instalaciones aéreas que resultaron afectadas durante los últimos temporales que han castigado a la región, como el del 2005 y la turbonada de enero del 2011, que provocó la caída de la antena de la emisora de radio Espacio FM, del techo del gimnasio del Club Pacaembú, y daños en escuelas públicas y en la sede del Club Barrio Nuevo, en el Barrio 33 Orientales, además de la voladura de numerosos techos de fincas particulares y otra serie de daños materiales.
Llama mucho la atención que tales elementos no hayan sido retirados por los propios vecinos o por las autoridades, sobre todo considerando las advertencias que suele hacer la Dirección Nacional de Meteorología, por tormentas y vientos fuertes.
Los propios meteorólogos han dicho que esta clase de fenómenos van a continuar azotando la zona, y cada vez con mayor intensidad.