(Por Enrique Lécaille) “Yo siempre digo en Montevideo qué linda es la camiseta de Wanderers, y cuando me preguntan por qué lo digo, respondo: Porque tiene los colores de Bristol”. El comentario pertenece a Pablo Forlán, presente en el homenaje que el Club Bristol de Mercedes le tributara recientemente en su sede social al plantel que hace medio siglo conquistó para esa institución el título de campeón en el fútbol mercedario. Forlán no formó parte de aquella campaña de 1966, porque en ese entonces ya estaba jugando en Montevideo, pero participó del reconocimiento especialmente invitado, gesto que agradeció muchísimo. Allí el “Boniato” Forlán (o “Cacho”, como le llaman los compañeros que jugaron con él en Mercedes), recibió como obsequio una camiseta del club.
Entrevistado por la Agencia Soriano de noticias, @gesor, el ex jugador de la selección uruguaya a nivel mundial, campeón intercontinental con Peñarol de Montevideo, recordó el vínculo que mantiene con la institución bohemia de Calle De Castro y Careaga y el papel que jugó su padre. “Soy de Bristol por mi padre, porque me trajo al club desde muy niño; él fue jugador y entrenador de Bristol y de la selección. Sin dudas me une un sentimiento muy fuerte con Bristol”, señaló. “Mis compañeros con los que jugué en Mercedes saben muy bien que mi familia es Bristol; mi padre es Bristol y yo soy Bristol por él”, enfatizó.
Forlán recordó que practicó otros deportes en Mercedes, y no sólo en Bristol. “Jugué al voleibol en Unión Juvenil, y también practiqué básquetbol en Peñarol e Independiente, porque las sedes me quedaban cerca, así que siempre estuve vinculado al deporte”.
En el profesionalismo, luego de defender Peñarol de Montevideo pasó al fútbol de Brasil. Al regresar al país, defendió nuevamente a Peñarol, Nacional, Sud América y Defensor.