"Hay cosas que se pueden callar pero existen increíbles e inhumanas situaciones que nos hacen acelerar el pulso y gritar nuestro descontento, hoy es un día de esos donde por intermedio de la esposa de un compañero nos enteramos que éste hace ocho meses había sufrido un ACV que lo tuvo al borde de la muerte dejándole graves secuelas que lo han dejado prácticamente postrado ya que se moviliza como un nonagenario, teniendo comprometida la visión y el habla.

Al enterarnos acudimos rápidamente a su domicilio y lo que vimos nos indignó muchísimo, ver a un compañero en ese estado luego de haberlo conocido siempre activo, haciendo bromas y con una carcajada a flor de labios nos hizo reflexionar y confirmar nuestra hipótesis de que los milicos somos simplemente un número, alguien que se usa y se abusa mientras le servimos a ciertos señores que se creen omnipotentes, conocemos al compañero y sabemos lo leal que ha sido a ciertos superiores a través de los años, esos mismos que hoy ostentan grados muy altos y que se olvidaron de este milico al cual llamaban a cualquier hora para pedirle algún dato sobre algún delito o simplemente lo llamaban para que les cocinara algo o le hiciera algún asado para algún grupete.Es evidente que el honor de quien le da la espalda a un caído está en juego con el agravante que el caído ha demostrado disciplina ya que sufrió el ACV a horas de haber salido de cumplir su turno, la disciplina puesta de manifiesto por el policía enfermo de gravedad no se corresponde con el denuedo que tuvieron que poner sus superiores en ese momento tan crítico.

Han pasado ocho meses y este trabajador no ha recibido ninguna visita de cortesía de sus Superiores, ningún jerarca desconoce esta situación ya que este tipo de situaciones se informa de inmediato a los Comandos de turno por escrito, no ignoran que este Policía vive con su Esposa e hijos en edad escolar en un rancho de nylon y cartón…si nylon y cartón. Estos mismos Superiores que tuvieron bajo su mando a este trabajador tienen la obligación moral, humana e institucional de ayudar a esta familia en desgracia, la indiferencia de algunos superiores va directamente contra ese niño y esa mujer que trabaja de doméstica y que están pasando hambre debido al poco sueldo que cobra el Policía y que la mujer no genera por estar al cuidado de su esposo las 24 horas.

Esta situación pone al descubierto un sinfín de omisiones que van directamente en contra del trabajador y su familia, existen protocolos creados para prestar auxilio con medicamentos, materiales de construcción, incluso económicos dentro del propio Ministerio del Interior pero la desidia de algunos superiores hacen que esa ayuda nunca llegue al necesitado, pareciera que no quieren que se sepa que esto existe y debemos aclarar a todos los Policías que no es una limosna que da un superior sino que es un derecho que tiene adquirido todo trabajador al ser en este caso un trabajador público y pertenecer a un Ministerio.

Es una situación aberrante desde todo punto de vista ya que a ocho meses del ACV el compañero sigue viviendo entre nylon y cartones, según él lo ha visitado la Doctora pero se nos hace difícil creer que este hombre se ponga una curita para que la luz del sol no le entre en uno de sus ojos afectados por la enfermedad y que la facultativa no haya hecho las coordinaciones urgentes para conseguirle un parche clínico o en su defecto pase al oftalmólogo ya que dice ver doble con el ojo que él se tapa, práctica que nos parece peligrosa porque puede sufrir desprendimiento de retina u otro daño más grave.

Queremos agregar que nos comunicamos con el Jefe de Policía a quien le informamos de la situación quien se comprometió de inmediato a utilizar todos los medios necesarios para ayudar en todo lo que se pueda a este Policía y su familia.

Destacamos el trabajo de una Asistente Social que hizo un informe sobre este tema el cual días pasado había llegado al despacho del Señor Jefe y por el cual dicho Jerarca ya habría dado directivas, también resaltamos la receptividad que tuvimos en la Comisión Directiva Nacional del SUPU (Sindicato Único de Policías del Uruguay) quien dispuso una ayuda económica como paliativo provisorio de la situación la cual ya fue entregada.

Estaremos atentos a lo que pase con este compañero y su familia, dejaremos que cada cual haga su trabajo confiando que esta vez las cosas se harán como se tendrían que haber hecho desde el principio.

Sin más que agregar saluda atte. Alejandro Javier Sánchez Morell

Delegado Departamental de SUPU Soriano