Visita de @gesor a París y sus alrededores

(Por Enrique Lécaille) Una extraña sensación me produjo llegar a Saint-Denis (San Dionisio, en español) y recorrer sus calles atestadas de peatones de rasgos exóticos y vestidos con las más coloridas prendas. Apenas descendí del tranvía que me transportó desde la vecina comuna de Villetaneuse, tuve la impresión de estar en alguna ciudad del norte africano o de algún puerto caribeño. Y era lógico que así me sucediera: A pesar de ser uno de los núcleos sentimentales del pueblo francés, esta ciudad ubicada casi 10 kilómetros al norte de París está habitada en gran parte por inmigrantes procedentes de las antiguas colonias francesas, como Argelia, y de países latinoamericanos. La gran cantidad de lenguas que uno puede escuchar en sus esquinas refleja esa diversidad cultural y étnica que caracteriza a la actual Saint-Denis, comuna que en los últimos tiempos ha estado en los primeros planos de la información internacional al ser sacudida por el terrorismo (Francia sufrió en un mes y medio tres ataques yihadistas reivindicados por el grupo Estado Islámico, entre ellos el atentado de Niza del pasado 14 de julio, más de seis meses después de los atentados de París y Saint-Denis en noviembre pasado, que dejaron decenas de muertos). El clima de prevención que estos hechos han ocasionado entre sus ciudadanos es indudable. Se percibe en todas partes. Por ello se entiende los gestos de desconfianza que uno detecta cuando intenta tomar alguna fotografía de la ciudad.

Su movido pasado 

Aunque hoy día es conocida por ser epicentro de la inmigración musulmana y por sede del Stade de France (donde recientemente se disputó la final de la Eurocopa de selecciones de fútbol), este suburbio parisino de cerca de 100mil habitantes es un sitio muy especial para los franceses en general, entre otras razones porque aquí fue enterrado el primer obispo de París y santo patrono de Francia, San Dionisio, en el año 250, luego de ser martirizado en la colina de Montmartre, hecho que convirtió a ese lugar en un destino elegido por los peregrinos católicos. 

Saint-Denis ha tenido fama también por su desarrollo industrial durante algunos períodos.

Bajo el reinado de Luis XIV se instalaron diversas industrias, mientras que su sucesor, Luis XV, renovó los edificios de la abadía real. 

Durante la Revolución francesa, la ciudad fue renombrada "Franciade" (entre 1793 y 1803), como parte del rechazo revolucionario a la religión.

La presencia industrial que caracterizó por mucho tiempo a Saint-Dentis provocó el crecimiento de importantes movimientos sociales en la ciudad, con una fuerte participación del Partido Comunista. Incluso durante la segunda década del siglo XX fue denominada como la ville rouge (la ciudad roja). 

Más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial Saint-Denis fue ocupada por los alemanes, el 13 de junio de 1940, pero los soldados nazis debieron soportar heroicas demostraciones de rechazo por parte de la población local, hasta la liberación de la ciudad, el 27 de agosto de 1944. 

Unas décadas después Saint-Denis fue golpeada por una crisis económica. Recuperada de esta situación, la ciudad se vio beneficiada con la construcción del principal estadio de Francia, el Stade de France, levantado con motivo de la Copa Mundial de Fútbol de 1998.  Eso significó que se mejoraran algunos servicios y que llegara el trazado ddel Metro de París.

Entre los dionisianos (gentilicio de los habitantes de Saint-Denis) más destacados, podríamos citar al poeta Paul Éluard y a los pintores Louis-Gabriel Moreau, Maurice Utrillo y Claude Monet.

La Basílica

Célebre por ser la primera iglesia que se construyó en el estilo gótico, la Basílica de Saint-Denis es muy conocida también por ser  por ser el lugar de sepultura de la mayor parte de los reyes franceses. Las agujas del reloj de su fachada llaman la atención, por representar una serpiente flamígera.

Dada su condición de necrópolis real, la basílica ha jugado un importante papel en la historia del patrimonio de Francia. Desde 1966 tiene el estatuto de catedral (de la diócesis de Saint-Denis), pero sigue funcionando como abadía.

Muy cerca del monumental templo se encuentra el mercado, tal vez el más extraordinario que pueda haber en la Región Parisina, debido a la variedad de productos que ofrece, consecuencia seguramente de esa diversidad étnica que mencionábamos.

En la ciudad subsiste por otra parte el antiguo convento de Las Ursulinas.

Stade de France

Es el estadio nacional de referencia del deporte francés, que desplazó del primer lugar al Parque de los Príncipes de París. Fue inaugurado el 28 de enero de 1998, con el partido Francia-España, ganado por los franceses, 1-0, con anotación de Zinedine Zidane. 

Tiene un aforo de 81.338 espectadores. 

Además de eventos deportivos, sirve de escenario para conciertos y grandes espectáculos en general.

Su ubicación facilita la llegada del público, pues es adyacente al denominado “Segundo Périphérique de París” (A86) y a la “Autoroute du Nor” (A1).

El Stade de France es sin dudas otro de los símbolos de esta mágica Saint-Denis que a pesar de sus cambios y de su diversidad cultural sigue siendo una parte esencial del sentimiento de la nación francesa.