El Programa de Microfinanzas para el Desarrollo trabaja con una visión del financiamiento basada en el fomento de la producción, para mejorar la calidad de vida de los empresarios y sus familias. La coordinadora del Programa de Microfinanzas para el Desarrollo Productivo del Área de Políticas Territoriales de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Carolina Ferreira, explicó que el principal objetivo de este programa es “disminuir la brecha entre la oferta de servicios financieros de apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, y la demanda y necesidades”.
El trabajo de esta dependencia de la OPP es facilitar el acceso al crédito a personas que necesiten desarrollar un emprendimiento productivo, pero que por alguna circunstancia, tengan dificultades para acceder a créditos convencionales. Según Ferreira, si bien “somos un programa de microfinanzas, tenemos una visión del financiamiento diferente, el financiamiento debe tener un sentido, un para qué, un propósito definido, que no genere deudas inútilmente”.
En este sentido, la metodología de trabajo del Programa de Microfinanzas y de las instituciones que trabajan con el programa incluye la visita a los diferentes emprendimientos productivos que soliciten apoyo, y el asesoramiento para que los proyectos sean viables. Por esta razón, Ferreira asevera que el programa brinda “un apoyo integral, donde la parte financiera tiene un rol fundamental, sin que por eso se deje de atender la capacitación, la formación y el acceso a nuevos mercados”. Para el Programa de Microfinanzas es fundamental “trabajar en la educación financiera de la gente, en la cultura del ahorro, en la del trabajo”
“El programa busca apoyar al emprendedor en su desarrollo, a veces en lo financiero, a veces en el armado de un plan de negocios, en el tema de la comercialización. Nuestra política, como lo dice el director de la OPP, es la inclusión financiera para la inclusión productiva, es decir, el financiamiento con un sentido: mejorar la calidad de vida de los empresarios y sus familias”, detalló.
Los beneficiarios
El Programa de Microfinanzas trabaja en todo el país, incluso en pequeñas localidades rurales. Los beneficiarios pueden ser todas aquellas personas que tienen una idea de negocio, que tienen un proyecto de trabajo, que necesiten un crédito con fines productivos. Hasta el momento, en estos cinco años de gestión, han sido apoyadas más de 30.000 pequeñas empresas.
Según Ferreira, “esta cifra no pone de manifiesto el real alcance de las acciones realizadas. Hay que tener en cuenta que detrás de cada uno de estos emprendimientos, hay mucha más gente involucrada. Una micro o pequeña empresa tiene un entorno de cuatro o cinco personas. Por eso decimos que más que un proyecto de empresa, tratamos de apoyar un proyecto de vida”.
Las alianzas
El Programa de Microfinanza trabaja en conjunto con organizaciones e instituciones, entre ellas, gobiernos departamentales, centros comerciales, entidades de capacitación y entidades financieras, como por ejemplo, República Microfinanzas, una Sociedad Anónima que tiene como único accionista al Banco de la República Oriental del Uruguay.
Esta política de alianzas permite la llegada del Programa a todo el territorio, incluso a las zonas más apartadas, asegurando su presencia institucional en el tiempo y la continuidad del apoyo a los emprendedores.
Las cifras
El monto de los créditos entregados por las instituciones financieras que trabajan con el Programa de Microfinanzas “van desde los 10.000 pesos hasta los 150.000, aunque hay casos en los que la gente accedió a créditos de hasta 300.000 pesos, pero el monto promedio está en el entorno de los 50.000 pesos”. El destino de los créditos es para “capital de giro, capital de trabajo, compra de materia prima, de insumos”.
La tasa de interés “está en el entorno del 26%, algo superior a la bancaria, pero claramente inferior a la de los créditos al consumo”, que se ubican entre el 60 al 70%, o aún más. Los plazos de devolución se analizan para cada caso en particular, pero en general, se van hasta los 12 meses.
La otra línea disponible, es para “pequeñas inversiones, o activo fijo, que es para la compra de mobiliario, equipos y demás. El plazo para la devolución está entre los 18 y 24 meses, y la tasa de interés alrededor del 30 por ciento”.
Ferreira informó que “el nivel de morosidad es muy bajo, estamos en el entorno del 3%”, debido al tipo de relación entre las partes, al estudio previo del proyecto y al seguimiento que se le realiza a cada emprendimiento financiado. “Como el crédito que se otorga es un crédito” adecuado a cada emprendedor, “la tasa de morosidad es muy baja”.