Gladis Jacqueline Paz Cantos es de Montevideo, se crió en Rivera (de allí era sus papás) y al casarse con un mercedario (Gonzalo Lapido) "no tuve otra que venirme a Mercedes, una ciudad que extraño mucho cuando voy a Montevideo me quiero volver el mismo día".
Está en la capital sorianense desde 1999, en el momento tiene 43 años, recordó que terminó Primaria "aquí en Mercedes en la Escuela N° 1, tenía 33 años y esa maestra me dijo, por qué no arrancás el liceo que están dando oportunidades en el Nocturno. Comencé, pero como quedé embarazada y era muy buscado, lo postergué en el 2007 y el año pasado (2015) lo retomé con 42 años y tuve buena respuesta, hice primero y segundo el año pasado y en este semestre completé tercer año".
Recordó, "comencé el liceo por un problema de salud que no me dejaron trabajar más y quería poner en la mente en algo, en el estudio que no pude realizar cuando niña y adolescente, surgió esta posibilidad de estudiar, tener un compañero que me traía y me venía a buscar, pude hacer ésto que fue una meta que me propuse".
Tanto con los profesores como con los compañeros ha tenido "una respuesta preciosa, hice muchas amistades y fue lo más gratificante. Pienso seguir, el entusiasmo y las ganas están, iba a hacer UTU porque me gusta Administración de Empresa, los números, tengo dos hijos de 10 y 8 años que querían venir conmigo cuando les dije que iban a entregarme el diploma pero por la tormenta y la lluvia no quise traerlos, vine sola en un taxi".
Sufre cuando dice que tiene un hijo de 20 años por adopción, "lamentablemente no está conmigo, tomó otro camino, lo crié con amor de madre, pero hoy no lo veo".
Hace 26 años que está en pareja con Gonzalo Lapido, "lo conocí en Montevideo, en la playa del Cerro, pasamos juntos todas las etapas de la vida y es el compañero que me sostiene siempre. Me siento orgullosa de tener un hombre como él".
Debió dejar de trabajar porque ha perdido sensibilidad en las manos a partir de la diabetes, "se me caen las cosas, tengo problemas en los pies y a veces me caigo, casi siempre debo andar acompañada. Todo ha sido muy sacrificado en mi vida, pero tengo enorme gratitud a la gente, siento el cariño de profesores y compañeros en el liceo, muchos me decían, si vos seguís cuarto yo sigo, me pusieron contra la pared, por ellos dice vamos a seguir, les dije nos vamos a ver en cuarto".
Trabajó muchos años cuidando personas mayores, "lo hacía en casas de salud, acá estaba trabajando en servicio de acompañente cuando neurólogo me dijo "Gladis, no puede trabajar más", se me cayó el mundo encima, hago mal quizá decir que tengo más paciencia con personas mayores que con los niños, pero es la verdad, no me daba asco ni vergüenza si tenía que limpiarlos, los llevaba en la falda a bañarlos, mi patrona me decía, no hagas fuerzas, tenés la silla de ruedas, pero a mi me gustaba, era como un mimo que les daba. En el trabajo entregaba todo, a veces hacía 72 horas, la patrona me decía cuando puedas dormir, dormí un poquito, cuando el neurólogo me dijo que no podía trabajar más, se me cayó todo y allí dije bueno vamos a estudiar y si puedo ayudar, como ahora a compañeros y muchachas jóvenes, que a veces no tienen rumbo en sus vidas, les aconsejo que si tienen la oportunidad estudien, yo estoy con ellas, les digo que cuenten conmigo. Siempre traté de ser buena compañera".
Cuando le dijimos a quien dedicaba este logro, Gladis, más allá del agradecimiento y el amor a su pareja, a sus tres hijos, decidió dedicárselo a sí misma, "soy sincera, perdí a mi padre a los 23 años era el apoyo mío. Tuve que dejar la escuela con 12 años porque mi madre perdió una pierna y tuve que dejar todo para dedicarme a ella, estaba en el Clínicas tres o cuatro meses, dormía abajo de la cama, venía la directora de los profesores del hospital y me decía "Gladis vamos arriba, bañá a mamá y después salí que van a entrar los estudiantes". Yo ayudaba a limpiar la sala del hospital donde estaba mi madre, por la confianza que me tenían, mi vida la postergué por algo bueno, que fue cuidar a mi madre en su momento malo. A los chiquilines les digo que traten de ver lo positivo, a las que quedaron atrás en este semestre, que no digan que van a dejar de estudiar, hay que vencer los obstáculos que nos pone la vida".
Felicitaciones a @gesor por encarar este tipo de notas que hacen refleccionar a quienes pudiendo reenganchar con sus estudios no lo hacen por sentir verguenza del "QUE DIRAN"
Felicitaciones Gladys. Este tipo de artículos que si valen la pena no los comentan hay que apoyar estos logros, sigue adelante.
MUCHAS GRACIAS POR DEJARME ESPRESAR MIS PENSAMIENTOS Y SENTIMIENTOS Y PODER AGRADECER A MIS COMPAÑEROS Y PROFESORES GRACIAS Y MIL VECES GRACIAS