La Profesora Daniela Saravia fue la única oradora durante el acto celebratorio de la Jura de la Constitución que en esta ocasión se desarrolló en Dolores, frente a la plaza Constitución, en el marco del reconocimiento y agradecimiento a las instituciones y al pueblo mismo que está llevando adelante la reconstrucción de la ciudad tras el tornado del 15 de abril.
Saravia sostuvo que los autores de la Jura de 1830 "se inspiraron en las más limpias intenciones patrióticas", según Justino Jiménez de Aréchaga, "los constituyentes uruguayos de 1830 prescinden de toda la realidad histórica del país para poner una Constitución abstracta, aplicable al Uruguay o cualquier otro Estado indistintamente".
La Constitución, "por lo errores anotados", añadió la docente "es uno de los factores de perturbación que intervienen en la vida de la República de 1830 en adelante. Ella será impedimento constante para que el país pueda realmente constituirse", ante una nueva cita.
La Carta Magna de 1830 "podrá no haber reflejado enteramente nuestra realidad, pero sin duda, y esto es fundamental, revistió para los orientales un símbolo. Los constituyentes lograron rodear la obra de 1830 de un sentimiento casi místico, que convirtió aquella carta en algo sagrado a los ojos del pueblo", dice Juan Pivel Devoto.
Así hacen alusión "sus contemporáneos, al referirse a la primera Constitución de nuestro país, dando a conocer la existencia de diferentes interpretaciones de un documento que legitimaba al Uruguay como Estado libre independiente. Hoy 18 de julio 2016 estamos conmemorando 186 años de este documento que le dio formación legal al país".
Hizo referencia a algunos principios enumerados en el documento original, "definición del Estado oriental como la asociación política de todos los ciudadanos comprendidos en los nueve departamentos de su territorio. Afirma que ese será libre de todo poder extranjero, adopta como forma de gobierno la una República representativa. Establece la religión del Estado Católica Apostólica Romana, otorga derechos individuales, tales como libertad de pensamiento, libertad de hijos de esclavo, libertad de prensa, igualdad ante la ley".
Allí se habla de dos tipos de ciudadanía, "natural y legal, siendo ciudadano en el caso primero todos los hombres mayores de 20 años nacidos en el Estado. De este modo están presentes en este documento, elementos claves como los derechos, la representatividad y la división de poderes, que involucra un núcleo fuerte si pensamos en las tendencias regionales, internacionales, del mundo contemporáneo al Uruguay de 1830, ejemplo la Revolución Francesa en Europa".
A pesar de ello, añadió Saravia, "este documento dejaba a la mayoría de la población del naciente país, excluida de la ciudadanía, mujeres, peones jornaleros, analfabetos, sirvientes a sueldo y soldado de línea, por citar ejemplos, no podía participar de la construcción social del país".
Por otro lado hay que pensar, indicó la docente, "la Constitución es un documento elaborado por personas, los constituyentes están inmersos en determinado contexto, la realidad social de los constituyentes y sus vivencias colectivas e individuales, intervinieron en este cuerpo organizativo legal y por lo tanto, la Constitución de 1830 es un documento que representa un momento histórico, en este caso la realidad de un país naciente y por eso a lo largo de la historia del Uruguay, este documento creado en 1830 fue modificándose con el objetivo de irse adaptando a las distintas realidades del país".
En estos momentos "donde el pueblo de Dolores está atravesando, tras vivenciar un fenómeno climático atípico para nosotros, un momento difícil, no es menor tener en cuenta en el marco de esta conmemoración, la responsabilidad ciudadana, damnificados y no damnificados trabajando juntos, tenemos que estar, y sin tener más que un único interés que sea el de pensar en el otro y ayudar al otro".