El actual diputado Gonzalo Novales también recordó aquella sesión de 1973 de la Junta Departamental de Soriano presidida por Carlos Rusch. Novales que por ese entonces era edil comentó que Rusch le manifestó “sabés una cosa gallego, si nos llevan preso es lo mejor que nos puede pasar. Entonces eso fue lo poquito que nos faltaba para venir y asumir ese compromiso. Si bien solamente conce titulares estábamos, había como 15 o 20 suplentes y además esas barras estaban llenas de militantes de todos los partidos. Eso fue un acto inolvidable, porque prácticamente se funcionó como en régimen de comisión general. Porque todo el mundo que se quería manifestar hablaba y la gente del público se manifestaba con gritos, con aplausos”.
Agregando más adelante que Carlos Rusch con un gesto “de hidalguía total, y permanentemente pensando en los demás, la primera medida que tomó fue solicitarle al personal, taquígrafos y auxiliares de sala que se retiraran, a los efectos de no comprometer desde el punto de vista laboral alguna represalia” que pudieran sufrir. Y señalando a su derecha el diputado Novales agregó “ahí en esa mesa había un grabador que en ese momento era modernísimo, un (grabador) Geloso grande así, con una cinta como de 20 centímetros de diámetro y “el chueco” Abel Zubiaurre que era el encargado de grabar las sesiones cuando se fue lo dejó prendido. Y ahí en ese asiento, Nº 24 se sentaba un edil colorado, Juan José Torres que vio la jugada de Abel entonces una vez que transcurre toda la sesión rápidamente se levantó y se llevó la cinta. Eso fue lo que permitió que hoy tengamos la versión semi taquigráfica, desgrabada de esas cintas que son auténticas, porque se grabaron acá y se mantuvieron un montón de años en poder de Torres; y cuando se pudo funcionarios de esta Junta Departamental la transcribieron exactamente como un acta. A pesar que dice una versión no corregida, yo me animo a decir que es una versión fiel de lo que pasó esa noche”.
Si habré esscuchado esa cinta, agardezco a Dios que el tío se la dio a Gonzalo antes de morir. La cinta estuvo a punto de caer en manos de los militares, el tío la escondió en una carpeta, y salió con ella del a sesión.