La Senadora Constanza Moreira, líder del sector Casa Grande del Frente Amplio, estuvo en Mercedes, donde recibió a @gesor en la sede departamental del FA Soriano, junto a la Edila Bettina Piñeyro y a la suplente de Edil, Nohemí Racioppi.

La oportunidad fue propicia para dialogar con Moreira sobre qué Frente Amplio se pretende para los próximos 40 años, teniendo en cuenta que ya tiene un poco más de 40 años de creado.

Al respecto Moreira comenzó indicando, "para los próximos 40 años quiero un partido donde la burocracia política no termine decidiéndolo todo, si no que sea un partido donde el movimiento social, de la gente joven, de los sindicalistas, de los que trabajan en derechos humanos, de las feministas, un partido que sea todo lo social que pueda y cuanto menos burocrático mejor, es un mensaje para los próximos 40 años".

Otra de las características es que "debe ser un partido bien de izquierda, total, para la derecha siempre hay tiempo para correrse, el gobierno siempre está tironeado por derecha, tienen que negociar con los empresarios, con la burocracia pública, con el contexto regional que ahora se puso muy de derecha, las tensiones por derecha el gobierno las tiene presentes todo el tiempo, así que el partido político tiene que ir bien a la izquierda, en los aspectos económicos, en los sociales, en el feminismo, en la lucha contra la despenalización del aborto, en la ecología, que sea bien de izquierda porque lo resulta del gobierno es una ecuación entre lo que dice el partido, la realidad, la negociación con los otros".

Moreira sostuvo que el Frente Amplio "hoy es más de izquierda que el gobierno, si manda el TISA al Plenario del FA, si estamos a favor de un tratado de liberalización comercial y de servicios, va a ganar una postura de izquierda. Eso está bueno, si el FA tiene su fiel de balanza tirado hacia la izquierda, sé que el gobierno al mismo tiempo, cuando se vea embretado en una negociación le puede pedir al FA que tercie por él y el FA siempre va a terciar por izquierda.

Nosotros conseguimos la despenalización del aborto, porque logramos que el Congreso del Frente Amplio lo metiera en el programa, porque veníamos del veto. La posición en contra al TLC con Estados Unidos la metimos en el programa de gobierno, eso lo conquista el partido, el partido tiene que ser bien de izquierda, no debe tener vergüenza, debe ser claro, porque el gobierno va a tener otras dificultades y tendrá que gobernar para todo el mundo y conciliar entre posiciones opuestas, el partido debe estar bien definido ideológicamente. Lo peor que le puede pasar a un partido es la indefinición ideológica".

Considera que otra cosa que "está buena para los próximos 40 años y es que el Frente Amplio hay mucha gente, que piensa distinto, yo no quiero un FA de bloques, quiero un FA plural, donde pueda armar alianzas distintas con personas diferentes". 

Asimismo dijo que le gustaría que el FA "entendiera para los próximos 40 años, que también es ser de izquierda, tener una política de tolerancia y de crítica a la mano dura y al autoritarismo, también debemos saber desarrollar una política de izquierda en relación al poder, no solo en relación a la economía y a los derechos, si no al poder. El Frente Amplio y la izquierda latinoamericana tiene que cuestionarse el rol de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos armados en la sociedad, es una discusión que quedó super pendiente, hasta por el hecho que alguna de esas izquierdas venía de izquierdas armadas, pero tenemos que ir por desarme en América Latina, por una política de drogas completamente distinta al paradigma prohibicionista que tenemos y por una política de seguridad, que tiene que ser de la sociedad, de convivencia. No puede ser que de la seguridad solo se encargue la Policía, y que el ciudadano común sea incapaz de interceder cuando ve la violencia sobre el otro, debemos ser más solidarios". 

Afirma que hay violencia de género "porque hay indiferencia también, del que siente el grito en la habitación de al lado y no hace nada, indiferencia y miedo cuando vemos que están pateando un tipo en la calle y seguimos de largo, o cuando roban a una viejita y grita socorro y no nos metemos. Hay una lucha cultural contra el miedo y la indiferencia que es parte de un programa de convivencia ciudadana donde no quiero un policiamiento de todos los ciudadanos todo el tiempo, ya lo viví en la dictadura, no quiero vivir en un país lleno de cámaras que nos vigilen por todos lados, o lleno de policías, quiero vivir en un país donde la gente se entienda mejor, se respete mejor y la violencia empieza por casa, eso ya lo sabemos. Nosotros vemos el monstruo cuando ya está grande, vamos a verlo cuando empieza, eso implica una política de seguridad que no tiene nada que ver con la Policía".

En ese sentido entiende que la izquierda "debe tener este otro programa, no solo la distribución del ingreso, los planes sociales, la discusión sobre la economía, si no la discusión sobre la seguridad con una perspectiva de izquierda y acá la derecha camina más rápido que nosotros. Impedimos que ellos ganaran el plebiscito, pero por poquito y la demanda de mano dura siempre está presente, todo el mundo quiere que le saquen el pichi que está al lado, sin entender que toda esta gente, es la que producimos nosotros como sociedad, a la gente no se la puede tratar como un desecho que lo produjo alguien que vaya a saber quien es, sacámelo de la vista y encerrámelo que no lo quiero ver, en un manicomio, en el INAU, en una cárcel, encerrámelo que no lo quiero ver. Es la teoría de la manzana podrida, no es así, los problemas se arreglan entre todos o si no, no se arreglan. Si no vamos a tener cada vez más cárceles, más manicomios, más residenciales para viejos, todo lo que es un problema, sacámelo de la vista, ¿para qué? ¿para que yo pueda trabajar 50 horas por día?".