Personal de la Dirección de Ambiente de Gualeguaychú, junto a Prefectura, recorrían el miércoles zonas inundadas para brindar asistencia y con gran sorpresa se toparon en inmediaciones del Puerto con un ejemplar de lobo o elefante marino nadando en el río. Desde entonces, se tejieron variadas hipótesis sobre la presencia del animal en la zona, y se barajaron además las posibilidades de atraparlo para poder enviarlo a un lugar donde no corriera peligro o de reencauzarlo para que pueda regresar a su hábitat natural. Sin embargo, por su tamaño, no pudieron interceder ese día y dieron aviso a Fauna nacional. Ayer, personal de la Dirección de Fiscalización Agroalimentaria de la Provincia, junto a Prefectura Naval, monitorearon la zona para poder ubicarlo, y si bien admitieron las dificultades por el comportamiento de crecidas y bajantes del río –por el impacto de la sudestada–, pasadas las 14 lo pudieron hallar en el Parque Unzué. “Quedó varado en la casa del guardaparque del lugar, donde está todo inundado. Lo trajo la corriente”, contó a UNO Silvio Arenas, inspector de Fauna de la Dirección de Fiscalización Agroalimentaria de la Provincia, que pudo observar de cerca al animal. En este marco, anunció que referentes de la Fundación Temaikén, junto a representantes de Fauna de Nación fueron avisados y viajaban ayer para buscar al animal. “La gente de Prefectura Naval lo estuvo custodiando para que la gente no se acerque y se estrese más. Se trabajó con personal de Bomberos también. Para mí está agotado y desorientado de nadar hasta el cauce del río Gualeguaychú. Tiene reacción y se lo está hidratando. La Fundación Tekove Mymba confirmó que es un elefante marino y advertimos que ha tenido algunas luchas de larga data por las cicatrices en su cuerpo”, agregó. Por otra parte, indicó que a través de la Dirección de Recursos Naturales de la Provincia se hicieron los contactos para que vayan a buscarlo y lo trasladen a Temaikén. Por otra parte, recordó cómo fue avistado el miércoles: “Apareció de forma casual acá. Aparentemente es el mismo que habían visto antes en la zona de Mercedes, en Uruguay. Se estima que se extravió por la lluvia y la sudestada”, sostuvo. Según aportó, el ejemplar pesa alrededor de 1.000 kilogramos y su gran tamaño fue lo que los llevó a no interceder cuando lo encontraron nadando en aguas del río Gualeguaychú. Al respecto, aclaró: “Hablamos a Nación porque no sabíamos cómo manejar un animal de una tonelada. En otras oportunidades han aparecido lobos marinos de dos pelos de 200 o 250 kilos y los trasladamos con Prefectura Naval, pero nunca un animal tan grande. Además los biólogos que consultamos dijeron que si bien no son animales peligrosos, no hay que molestarlos porque en esos casos pueden ser agresivos”.
Según expresó, con Prefectura se monitoreó la zona. Por esa razón, durante gran parte de la mañana no se lo pudo encontrar porque justamente el río estaba bajando, genera mucha espesura y zonas donde no se puede ingresar. “Ojalá encuentre su cauce y pueda volver, porque no creo que acá consiga mucho alimento y lo va a afectar la falta de comida, ya que nadando debe haber perdido grasa y mucha energía”, soltó el inspector, consultado en las primeras horas de la mañana, cuando el hecho despertó la sorpresa en toda la provincia. ***Efecto de las crecidas A lo largo de este año, con las sucesivas crecidas de ríos y arroyos debido las persistentes lluvias que sufre la región por la presencia del fenómeno climático de El Niño, la aparición en las costas de distintas especies silvestres, lejos a su hábitat natural, fue una constante. Las más comunes fueron las víboras, que llegaron a los ámbitos urbanos arrastradas por los camalotes, pero también se divisaron nutrias, carpinchos y otros roedores de menor tamaño, yacarés y ejemplares de aguará popé, que fueron confundidos en muchos casos con mapaches, que en realidad no son autóctonos de la región. En todos los casos, el pedido de guardafaunas, biólogos, proteccionistas y entendidos en temas ambientales es que no se mate ni se capture a los animales, sino que se dé aviso a las autoridades para que puedan interceder y devolverlos a su entorno. La idea es preservarlos, como se buscó en todo momento con el ejemplar visto en Gualeguaychú, que hoy llegaría a Buenos Aires. ***Versiones que circularon con el hallazgo Cuando comenzó a circular la noticia sobre la aparición del animal visto en Gualeguaychú se barajó la posibilidad de que fuese un lobo de río. “Hay varios que están en la zona, que van y vienen y se los ve seguido por acá”, contó a UNO Susana Villamonte, directora de Ambiente de la Municipalidad de esa ciudad. Sin embargo, cuando se difundieron las fotos, se confirmó que se trata de un animal marino. Con respecto a cómo llegó a Gualeguaychú, quienes participaron en su búsqueda sostienen que la lluvia y el viento puede haberlo despistado y aseguran que no es la primera vez que un ejemplar que habitualmente habita en mares u océanos llega a Gualeguaychú sorprendiendo a sus habitantes, aunque no es habitual que llegue alguno de ese tamaño. ***El padecimiento de los animales asustados Gustavo Márquez es el director del parque Nacional Pre Delta, en Diamante, y fue el encargado de rescatar hace meses a un aguará popé que asustado llegó al club Náutico de esa localidad buscando refugio tras la crecida del Paraná. “Mucha gente lo confunde con el mapache, que en realidad no es de esta zona sino de Estados Unidos”, aclaró. En referencia a si aparecieron en la actualidad nuevos ejemplares de especies que buscan protección en las ciudades cuando el agua inunda su hábitat, señaló que en la región no se registraron casos últimamente. “No hubo aparición de gran cantidad de víboras, como ocurrió en enero. Tampoco se ven muchos roedores. Lo que sí advertimos, lamentablemente, son muchos casos de coipos, que son llamados también falsa nutria, atropellados a la vera de los caminos”, señaló a UNO. Testimonios dan cuenta de que es frecuente ver este cuadro en la zona del puente que une las localidades de Victoria y Rosario, donde la vera de la ruta se encuentra rodeada de agua. Márquez recordó que en caso de hallar un animal silvestre en un lugar urbanizado, no hay que matarlo ni intentar capturarlo por medios propios, sino que se debe dar aviso a algún número de emergencia para que se proceda a rescatarlo. Cabe destacar que quien tiene que asistir a los animales en estos casos debe ser personal especializado, ya que el estrés puede causar estragos, como ocurrió a principios de febrero cuando un grupo de vecinos junto a personal policial de la comisaría quinta persiguieron a un aguará popé que llegó al barrio San Agustín, en Paraná. Tras una intensa corrida para intentar capturarlo, el animal cayó muerto por un paro cardíaco, producto del susto que sufrió intentando escapar de la gente.
(*) Nota y fotos extraídas de www.unoentrerios.com.ar