Al prolongarse las condiciones atmosféricas adversas, sigue complicada la situación de la población de Dolores, afectada por el tornado del viernes último. La lluvia lo empeora todo. Y cuando llega la noche, el panorama que presenta la ciudad es de una tristeza indescriptible. Sin el servicio de energía eléctrica restablecido en algunos amplios sectores, con las incesantes precipitaciones que por estos días se registran en el territorio nacional, y con el lodo que se ha formado en todas partes, las calles no pueden ofrecer un escenario más desolador. La natural sensación de desamparo que genera tanta soledad se interrumpe de vez en cuando, cuando se proyecta sobre la fangosa calzada la luz de alguna linterna o vehículo. Así pasan las horas más difíciles para los habitantes doloreños.
Se espera que tras el día de duelo nacional de este domingo -decretado por el gobierno, debido a las consecuencias fatales del fenómeno-, pueda continuar la evaluación de los daños (suspendida por las lluvias). Además debe continuar la labor de derribar algunas construcciones, ante el riesgo que presentan, de desplomarse.
Hay 130 manzanas afectadas por ese desastre natural, según informara el presidente Vázquez, durante su visita a Dolores. (eso representa el 30% de la ciudad). Se necesitan materiales de construcción, para recuperar este municipio, más allá del aporte prometido por el gobierno nacional.
Para colmo, los restos de materiales volados por el tornado y distribuidos a lo largo y ancho de la zona afectada, han obstruido las cañerías de muchas viviendas, que han terminado anegadas, como @gesor informa por separado.
Son 1200 familias damnificadas. Unas están alojadas en el estadio cerrado. Otras en casas particulares y otras fueron llevadas al gimnasio del Club Bella Vista. Todas están recibiendo la asistencia de distintos organismos, según informara a @gesor el Secretario de la Intendencia de Soriano, doctor Germán Cavallero.
Pero a los problemas ocasionados por el tornado, se suman ahora los causados por la inundación del río San Salvador, situación que obligó a evacuar algunas familias ribereñas.
Si bien los pronósticos meteorológicos inmediatos no son alentadores, no dudamos de las reservas anímicas que sabrá mostrar el pueblo doloreño para poder sobrellevar esta situación de emergencia y salir adelante, con el apoyo, además, de las autoridades nacionales y departamentales y con la valiosa ayuda que está llegando desde distintos puntos del país y hasta del extranjero.