En la mañana de este jueves recibieron sepultura en el Cementerio de Mercedes, los restos del Prof. Académico Manuel Santos Pírez, sobre cuya personalidad @gesor informara por nota separada al enterarnos de su fallecimiento este miércoles.
A la hora de la despedida, entre quienes hicieron uso de la palabra estuvo la Presidenta del Centro Histórico y Geográfico de Soriano, entidad que presidiera Manuel y por la que tantos años de su vida diera. La Prof. Olga Segurola hizo referencia a que integró "distintas asociaciones a nivel nacional e internacional, se sentía orgulloso al haber sido designado como Académico del Instituto Histórico y Geográfico del Uruguay, ocupando un sitio reservado a personajes de relieve nacional. Se ocupó de la Genealogía, siendo permanentemente consultado por vecinos, extranjeros, historiadores, por todos quienes querían conocer algo más de sus raíces familiares. Persona muy ordenada, merecía admiración por lo impecable de su lugar de trabajo, que había hecho construir especialmente para poder desarrollar con mayor tranquilidad su proficua labor. Siempre recibió y atendió con total deferencia a la multitud de alumnos, profesores, maestras, curiosos que constantemente lo consultaban sobre los más diversos temas relativos a sus especialidades. Se nos fue Manuel y con él se nos va una gran parte de la historia nuestra, conocida o no, que él sabía conservar con total exactitud y sabiduría. Te vamos a extrañar Manuel, descansa en paz".
Por su parte el Obispo Diocesano Monseñor Carlos María Collazzi en nombre de la Diócesis recordó "que en 1995 cuando llegué, se encargo de hacerme saber la enorme riqueza patrimonial y cultural que tiene la Diócesis, con los archivos que vienen desde la época de la Colonia del Sacramento, Villa Soriano y está toda la historia de nuestras familias. Manuel se dedicó con enorme cariño a la elaboración de las partidas, habiendo días que llegaba a firmar 30 certificados, y siempre manuscritos, creo que nunca usó máquina de escribir, y sobre todo el enorme servicio que prestó a la Iglesia en general, con su participación en un Congreso Mundial en Roma, sobre los bienes patrimoniales de la Iglesia, época del Papa Juan Pablo II, pudo participar y vino con una enorme gratitud. En nombre de la Diócesis lo quiero despedir y rezar por él para que tenga la luz de la vida, en ese árbol de la vida que fue construyendo, para nuestras familias en la búsqueda de nuestros antepasados. También tenía una cosa significativa para él, que estaba delante de su escritorio en el Obispado, que es un árbol de la vida que le traje de un viaje a México, para que se iluminara y sirviera a la vida de nuestras familias, cosa que le agradecemos y en nombre de la Diócesis nuestro saludo a Alba y Selva" (sus hermanas).
También habló representante de la Universidad UNI-3 entidad de la que participó activamente durante años.