Está viviendo en Montevideo desde octubre del año pasado después de estar “un año suspendido”, como él sostiene en broma, y no en su Paso de los Toros natal. “Volví con la patrona. Me encajaron una suspensión de un año y ahora me estoy portando bien. Salgo sólo de noche para que no me vean. De día no salgo”, contó Fabián O’Neill con su buen humor de siempre al programa Tirando Paredes de la 1010 AM.
El ex futbolista de Nacional y la Juventus, entre otros equipos, pasa unos días en Soriano, en el campo, mientras espera el partido que la selección uruguaya jugará con Brasil, por las eliminatorias del Mundial de Rusia. “Me estoy cuidando a full. Estoy para jugar”, bromeó.
“Estoy a 20 kilómetros de Dolores. Me invitaron unos amigos. Se querían reír un ratito y los acompañé unos días”, contó en el programa, y opinó que “un empatecito nos sirve, pero cuando venga Perú para acá ahí sí tenemos que ganar. Cuatro puntos sirven”.
“Yo ahora no estoy muy metido porque acá en el medio del campo no hay televisión, pero me imagino lo que será. El viernes iremos a ver el partido en Dolores. Si vamos temprano no lo vemos. Tendremos que llegar 20:30 para verlo. Le damos hasta la muerte, como dice el dicho”, reconoció, y destacó virtudes de la selección actual.
La Celeste de Tabárez y “el monstruo” de Suárez
“Ahora hay una cantidad de bajas, pero el que entre es lo mismo porque juegan todos igual. No se va a sentir la baja de nadie (...) Nosotros estuvimos en una época donde mandaba toda esa banda de la FIFA que ahora está presa”, recordó.
Pese a las diferencias que mantuvo con Óscar Washington Tabárez en el Cagliari de Italia, no se ruboriza a la hora de reconocer los méritos del hoy seleccionador Celeste. “Lo que pasó conmigo ya está. Lo que está haciendo con la selección no tiene nada que ver. Nadie va a discutir lo que es él”, admitió.
Consultado por Luis Suárez, consideró que “no hay con qué darle”, y no cree que sea necesario ponerle un O’Neill a su lado para asistirlo. “Hace los goles solo él. No precisa que se la den. Es un monstruo de verdad. Los choca, los pecha, los caga a trompadas y después hace los goles. Es una papa para él”, opinó.
Su presente: “re pelado”
“Tenía más amigos cuando tenía plata. Ahora que estoy pelado no tengo más amigos allá en Paso de los Toros tampoco. Los únicos que quedan son tus hijos y tu mujer. Para tomar tenemos amigos todos los días”, reflexionó el ex mediocampista de 42 años.
Entre sus amigos incondicionales reconoce “al Chengue (Richard Morales), al Negro (Gustavo) Méndez, a Paolo (Montero)... esa siempre fue la banda mía y no precisa hablar todos los días para ser amigos. Cuando los precisás están, y eso es lo importante”.
O’Neill destacó también “al Boca (Gerardo) Arias, a (Fabián) Coelho, al Ñato (Juan Martín) Parodi, al Chino (Horacio) Peralta, que saben cómo estoy hoy y están ahí”, señaló.
Consultado por su situación económica actual, en comparación con un pasado muy favorable por su carrera profesional, reconoció: “Caballos lentos, mujeres rápidas y timba; no quedó nada. Eso es así”. “Hoy la llevo. Los jugadores que nombré son los que me tiran algo para darle de comer a mi familia”, admitió.
Las ganas de volver al fútbol con Carrasco
Respecto a la posibilidad de trabajar en el fútbol, señaló que Juan Ramón Carrasco le dijo “para tener una reunión, pero como perdió estaba rayado y no se pudo hablar”. “Con Juan hablo, me da una mano y es una fiera. Algo vamos a hacer”, avisó.
Sobre sus posibilidades de ayudar en un cuerpo técnico o aportarle algo a ese deporte que tan bien practicó, fue claro: “agarrar gurises y hacer como dice Juan: ‘acariciar la pelota’”.
Pese a sus ganas de volver, reconoció que no es de mirar fútbol “porque tampoco hay mucho para ver”. “No voy al fútbol. Si me dan a elegir entre el fútbol y el boliche, me voy pal’ boliche. Vos dejame tranquilo en el boliche, acodado con un vinito, que estoy bien”, concluyó.
Foto: O’Neill durante su anterior visita a Soriano, cuando concurrió a la sede del Club Esparta (del archivo de @gesor).