Por estos tiempos que vivimos, con los cambios que se han dado en la vida en comunidad, hay quienes extrañan, al hablar de seguridad y orden público, aquella Policía de mayor contacto con la población, con el vecino, que permitía un relacionamiento ameno, de todos los días, que con ese ida y vuelta permitía que la comunidad se sintiera respaldada y pudiera vivir con tranquilidad, sabiéndose cuidada y fundamentalmente teniendo alguien en quien confiar y recurrir ante cualquier eventualidad.
Los tiempos han cambiado y la función de la Policía si bien mantiene sus competencias de atender a la seguridad y el orden público, también se ha modificado sustancialmente en su forma de proceder, en muchos aspectos por la necesidad de adaptarse a las circunstancias actuales y a su vez como reflejo de lo que son los tiempos que vivimos en materia de valores y especialmente de normas de convivencia, muy modificadas a lo que algunos años atrás, porque en definitiva quien porta el uniforme, no es otro que el ciudadano común que por convicción o por necesidad encontró en la Policía su fuente laboral.
Pero a pesar de esos drásticos cambios de los tiempos en que vivimos, la Policía mantiene un servicio que apunta a revitalizar aquel relacionamiento con el vecino, nos referimos a la Policía Comunitaria, hasta en eso se vio la necesidad de establecer el término comunitario, como si el resto de los funcionarios policiales no prestaran un servicio a la comunidad, pero esa es la realidad.
LA POLICIA COMUNITARIA DE SORIANO
En el caso de Soriano, la Policía Comunitaria dispone de cuatro funcionarios en Mercedes, uno en Dolores y otro en Cardona, seis para todo el departamento, casi algo simbólico podríamos decir en virtud de la necesaria atención de 24 horas, todos los días del año y con un amplio territorio para atender, por lo que podría decirse que lo que puedan hacer –y hacen estos funcionarios- es por demás loable ante las carencias para poder cumplir su laboral.
Lilia Sosa es quien está a cargo en forma operativa de la Policía Comunitaria, que depende del Crio. José Fernández Lares y funciona en Mercedes en la sede de la Unidad Especializada en Atención a las Víctimas de Violencia Doméstica en Rodó y 18 de Julio.
Sosa cuenta algunas de las propuestas en que están trabajando, “desde el año pasado venimos haciéndolo en el proyecto “Volver a empezar; con las manos en la masa” que abarca a internas de la cárcel de mujeres y también tenemos incorporado en el grupo al grupo a Mara (travesti que se aloja en la cárcel de varones pero desarrolla todas las actividades junto a las mujeres), con varios talleres, entre ellos los de cocina, alfabetización digital llevando a las internas a la Biblioteca Sur, donde tenían su docente y salón para ellas, otro de los talleres fue el de artes plásticas, específicamente pintura, para animarlas hubo cursos de baile latino, salsa, en lo que nos integramos los policías. Este año comenzamos con este proyecto que se inició en octubre, hasta diciembre”. Esto en lo que refiere al relacionamiento y actividades con las internas de la cárcel de mujeres.
Paralelamente desarrollan charlas y talleres en los centros docentes, “vamos a escuelas y liceos, estamos capacitados para algunos temas y en otros llevamos personal idóneo, ya sean profesionales o en el caso del tema drogas va gente de Dirección de Investigaciones”.
Una propuesta interesante que se inició este año, “es la Escuela de Seguridad Ciudadana, que comenzó en Cardona, fueron ocho talleres con diferente temática, donde de acuerdo a la necesidad de la gente y las inquietudes que se plantearan armábamos los talleres, llevando siempre a la o las persona/s idónea/s, culminando con una certificación de estudios por la continuidad. Es un proyecto que ha sido muy bien recibido y tenemos pedidos de diferentes localidades para realizarlo, vamos a seguir en Palmar y luego en La Línea, Dolores, donde la gente muestre interés. Lo único que pedimos es que nos den un espacio y después lo organizamos”.
Destacó que el grupo trabaja en red, “somos intermediarios de todas las inquietudes, tenemos muy buen relacionamiento con la Intendencia a través de la Directora de Acción Social y Familia, María Fajardo, con el MIDES, Cruz Roja, el MEC, nos sentimos respaldados por las entidades a las que acudimos, somos el nexo entre la gente y las instituciones”.
En los centros de estudios, Sosa cuenta que son temas recurrentes “el de la seguridad y las drogas, sobre eso nos piden que tratemos la temática con los alumnos que están en la edad crítica en la que un sí o un no puede hacer la diferencia”.
Ellos también se capacitan a través de diferentes talleres a los que acuden, “que a su vez de aprender algo nuevo siempre, nos sirven para relacionarnos y volcar ello en las charlas que brindamos”.
En cuanto a las necesidades, Sosa indicó que eran dos compañeros los que integraban la Comunitaria en Mercedes, “desde hace una semana tenemos otros dos compañeros, es decir que somos cuatro, acompañándome Pablo Morales, Fernando Ramos y María Mott, pero tenemos una sola compañera en Cardona que es Mabel Viera y otra en Dolores que es María Barrera. El personal es poco, nos faltaría algo que entendemos fundamental, necesitamos folletería, porque a veces con la palabra no es suficiente, por lo que dejando mensajes a través de folletos, le llega mucho más a la gente, que podamos incluir allí los números de contacto para que quienes nos precise pueda ubicarnos vía telefónica como otra opción ya que nos ubican en la oficina de Rodó y 18 de Julio. Recibimos donación de equipo informático por parte de la Intendencia de Soriano, de a poco vamos saliendo adelante”.
Otro aspecto resaltable de su tarea por estos días es “el relevamiento que venimos haciendo en conjunto con el BPS en los grupos habitacionales, nos entrevistamos con quienes viven allí, le preguntamos si tienen inquietudes para plantear, sus carencias, necesidades, les ofrecimos realizar tareas de recreación si estaban interesados, teniendo muy buena recepción. Nos han pedido la presencia de autoridades, lo que se concretará en breve”.
Lilia habló de la necesidad de llegarle a la gente en estos tiempos que vivimos, “hay que ponerse en su lugar, recibir la problemática y tratar de encontrar soluciones, en lo personal muchas veces hablo con las autoridades para aliviar lo burocrático porque ello distorsiona el problema y demora la solución cuando es posible, en ese sentido es importante que actuemos directamente con la Justicia, plantearle la problemática y agilizar los trámites. Estamos trabajando con un perfil muy bajo, pero la sociedad es la que está valorando la tarea que desarrolla la Policía Comunitaria”.
Recordó la obtención del premio otorgado por el CELADE, “todo un orgullo, que por primera vez el Ministerio del Interior recibió una distinción y fue a través de la Policía Comunitaria de Soriano y eso tiene que ver con el reconocimiento que la propia sociedad hace de la labor que desempeñamos, ello nos llena de orgullo y nos plantea el desafío de redoblar los esfuerzos por estar junto a la gente extendiendo la mano”.