No es un día más para los hinchas de Bristol. 110 años de vida está cumpliendo este 6 de marzo del 2016 este prestigioso club de Mercedes que a lo largo de su trayectoria suma un total de 17 títulos de campeón de la Primera División.
Por tener la institución como colores distintivos el blanco y el negro, igual que el Montevideo Wanderers, sus defensores y seguidores reciben el apodo de “bohemios”.
De su vieja sede en la rambla hasta sus actuales instalaciones deportivas (sede social sobre Calle De Castro y Careaga, cancha mayor y cancha de fútbol infantil, junto al Puente Líber Seregni), pasando por su sede de Calle Ferrería casi Artigas, hay una rica historia de éxitos deportivos y sociales.
Bristol es también la cuna de jugadores que no sólo saltaron del amateurismo al profesionalismo, sino que llegaron a lucir la gloriosa camiseta celeste de la selección uruguaya de fútbol, como Roberto Matosas, Héctor Eugui, Jorge Santos, Pablo Forlán, William Castro u Omar Pouso. Algunos de ellos defendieron a Uruguay incluso a nivel de Copas del mundo. El nombre de Walter Salvador es otro de los más importantes vinculados a Bristol. Tampoco nos olvidamos que Oscar Chelle es el goleador histórico del Montevideo Wanderers. Pero nuestra intención en este breve artículo no es recordar a todos los jugadores bristolenses destacados a nivel nacional o internacional; hemos citado algunos de ellos, nada más, simplemente con el fin de dar una idea de la magnitud de uno de los grandes aportes del club durante esta trayectoria que supera el siglo de vida.
Entre las perlas principales que adornan esa rica historia de Bristol está la de haber sido escenario del primer partido nocturno con luz artificial cumplido en el fútbol sudamericano. Así ocurrió el 14 de febrero de 1930, es decir, el mismo año en que se realizó el primer Mundial de fútbol, en Montevideo. En esa fecha, en realidad, se cumplieron dos encuentros, que terminaron igualados. Los organizadores del espectáculo habían estudiado muy bien los movimientos lunares, para poder asegurarse una noche clara, puesto que la tecnología de la época no permitía garantizar una buena iluminación artificial.
Hoy día el Parque Bristol (foto) es uno de los escenarios mejor dotados de Soriano, con tribunas y red lumínica.
A un lado está la cancha de fútbol infantil, la cual lleva el nombre de uno de los campeones bristolenses más recordados de la década de 1960, el zaguero Walter Simoncelli, caudillo del club, integrante de la selección de Soriano y con pasaje también en el balompié profesional.
A lo largo de estos 110 años, en Bristol se han practicado otros deportes, además de fútbol, como baloncesto y voleibol, habiendo incluso aportado jugadores a selecciones departamentales en esas disciplinas. Eugenia Nieto, por ejemplo, de destacada participación en los últimos Juegos Panamericanos de Toronto, en voleibol playa, fue jugadora del club bohemio.
Ante este nuevo y significativo aniversario, desde @gesor saludamos a toda la familia bristolense, felicitando a directivos, defensores, hinchas y allegados.