Su impulso ue determinante para que la Escuela Serbia de baloncesto llegara a Mercedes. Osvaldo García, neutral de la Liga Regional de Básquetbol de Soriano, fue consultado por @gesor con relación a la clínica deportiva que culminó este domingo.
-¿Cuál es el primer análisis que haría como dirigente sobre esta capacitación que organizara la Liga que usted integra, destinada a entrenadores y jugadores?
“Esta actividad marcará un antes y un después. La verdad ha sido muy positivo para nuestra Liga y especialmente a nivel del trabajo de las categorías formativas. Creo que esto va a marcar un antes y un después en cuanto a toda la conceptualización de la estructura del trabajo formativo, del desarrollo de todo el básquetbol como disciplina y de la formación en general, desde los métodos de trabajo y la intensidad de ese trabajo. Todo nos plantea un mundo absolutamente diferente con respecto a como lo hemos llevando adelante en la actualidad, no sólo en lo que tiene que ver a nivel del trabajo de cancha sino en lo que respecta a la estructura dirigencial y cómo nos debemos organizar para llevar adelante nuestra actividad. En la medida que avanzó el campus nos vimos cuenta que esta capacitación era muy necesaria. Y al mismo tiempo nos ha quedado claro que como condición básica para el desarrollo se impone que todos los componentes del básquetbol, es decir, dirigentes, entrenadores y jugadores, estén insertos dentro de una estructura, que siempre debe apostar a mejorar. Lo bueno de todo esto también es que ha habido una muy buena masa crítica y un excelente nivel con respecto al número de entrenadores y jugadores, cosa que nos pone contentos y confiados que esta clínica de la Escuela Serbia pueda ser una piedra fundamental en el desarrollo de nuestro básquetbol, a mediano plazo”.
-Usted destaca la buena presencia de los entrenadores y de los jugadores. ¿Y está conforme también con el apoyo de los clubes a esta iniciativa que tuvo la Liga?
“Yo hubiera esperado otra respuesta desde el punto de vista dirigencial por parte de los clubes, aunque sabido es que los clubes están muy inmersos en sus actividades particulares y nosotros no tenemos la costumbre de tener este tipo de eventos que involucren a todos. No quisiera remarcar la responsabilidad en un solo lado, porque evidentemente debe haber habido una responsabilidad nuestra, como liga, de no haber sabido comunicar de otra forma la importancia que tenía una capacitación de esta naturaleza. En lo personal considero que este tipo de jornadas deberían ser interdisciplinarias, porque más allá de la cuestión técnica se generan ámbitos de comunicación que generan avances en todos los sentidos, porque esos ámbitos de conversación son más distendidos que las reuniones de la Liga, así que como consecuencia el intercambio de ideas de los mismos suele ser mucho más rico y productivo. Pero en cuento a lo que realmente estaba orientada la clínica, que es al nivel de entrenadores y a nivel de jugadores, estamos muy contentos con la respuesta y por la satisfacción que están sintiendo los participantes, quienes dicen irse de la capacitación llenos de conocimientos”.
-El presidente de la Liga, Washington Elutchanz, reconocía en el saludo de presentación de la clínica el papel suyo para que se cristalizara esta presencia de la Escuela Serbia en Mercedes. ¿Qué lo motivo a usted impulsar de forma tan decidida esta actividad? ¿Cómo fue que Mercedes terminó convirtiéndose para nuestro honor en la primera ciudad del país en recibir a est famosa escuela de baloncesto?
“Esta iniciativa surgió a través de Rodrigo Marín, el técnico esta temporada de Bella Vista de Dolores, que ya había participado de un campus con la Escuela Serbia. Él le planteó esa iniciativa a Bella Vista, que a su vez lo transmitió a la Liga, que lo terminó aprobando democráticamente, votación mediante, como corresponde. Y yo no dudé en impulsar la idea, porque me parece que estas clínicas son herramientas fundamentales para nuestro crecimiento. Y siempre me planteo que dejar pasar este tipo de oportunidades, que se pueden presentarse una sola vez en la vida, es imperdonable. Nosotros tenemos la tendencia natural de analizar los desafíos con base a números, pero los desafíos no se corresponden directamente con los números. Y muchísimo menos se corresponden con los números cuando se trata de la formación y el aprendizaje de conocimientos. Eso no se mide con cifras. No hay forma de valorar eso. Y como en lo personal no tengo esa tendencia, impulsé esta clínica como lo que era, una oportunidad que no podíamos dejar pasar. Tal vez esto sea el corolario de una temporada que en lo deportivo está llegando a su fin, y un buen augurio para la próxima temporada, como parte de una cantidad de cosas que este cuerpo de neutrales intenta hacer para mejorar el básquetbol y mantenga una dirección de crecimiento constante”.