Una zafra que comenzó dando esperanzas de sustituir volumen por valores, comienza a desmoronarse ante la falta de precipitaciones.
En declaraciones recogidas por @gesor, el presidente de la Asociación Rural de Soriano, Ing. Jorge Andrés Rodríguez, indicó que los cultivos avanzaban con un desarrollo interesante en el departamento de Soriano, hasta que comenzó a apretar la falta de agua. En los últimos 10 días se agravó y el estrés hídrico se hizo notar.
Las plantaciones de maíz de primera son los únicos que evadieron en parte el problema, gracias a una floración que se presentó antes de comenzar el 2016.
Recordó que "todo daba a entender que el 2016 comenzaría con el fenómeno de El Niño como protagonista y por ello el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) recomendó utilizar plantas de ciclo corto y así capitalizar las precipitaciones.
Sin embargo, ante la ausencia de lluvias, las plantaciones con soja de primera y ciclo corto ya florecieron pero se encuentran complicados en chaucha y grano, dijo. Por su parte, aquellos de ciclo largo “aún están con capacidad de florecer, pero con menos desarrollo”, añadió.
Respecto a éstos últimos, señaló que al comenzar la campaña los cultivos se encontraban muy bien, hasta que por el 10 de enero, aproximadamente, “comenzaron a quedarse sin agua y trataron de compensar de alguna manera la falta de la misma y perdieron potencial”, puntualizó.
"Lo mismo sucede con la soja, el maíz y el sorgo de segunda, todos venidos a menos por la ausencia de agua", comentó Rodríguez.
"Solo una pequeña parte del departamento, en la región de El Tala, se registró un extraño fenómeno atmosférico que involucró viento, granizo y lluvia. Dicho acontecimiento- según el productor, en un momento fue negativo, pero después favoreció a los cultivos con algo más de agua.
Subrayó " la necesidad de la región de recibir agua, porque no solo las plantaciones la necesitan, sino que también las pasturas y aguadas".
Para finalizar, lamentó la situación y pensó en el inicio de la zafra, momento en el que tenía esperanzas en compensar los bajos valores con volumen. Algo que ahora, aparentemente es imposible.