Voy a leer en primer lugar una moción a solicitud del suplente de Edil Ignacio Luzardo:

El pueblo de Egaña es una localidad con aproximadamente 800 habitantes que viven y realizan sus actividades diarias en el mismo.

La infraestructura de la localidad se ha desarrollado, y la Intendencia ha dado respuestas; arreglando y manteniendo nuestras calles con el fin de evitar accidentes y demás problemáticas.

Actualmente nuestras calles cuentan con asfalto pero a causas de las inclemencias del clima y el transcurso del tiempo se ha provocado el deterioro de las mismas.

Por este motivo es necesario que se realice una bituminizacion completa sobre todas las calles de la localidad, lo que permitirá una mejor circulación de vehículos y un mejor diario vivir para los ciudadanos.

Por lo expuesto, solicito que este planteo se haga llegar al Sr. Intendente Departamental y que el tema se radique en la Comisión de Obras y Comunicaciónes de esta Junta Departamental.

A continuación expongo un par de inquietudes que me han hecho llegar reiteradamente vecinos de mi localidad Villa Soriano, y si bien ya han sido planteadas en otras oportunidades por otros compañeros ediles, cumplo con mi obligación de acercarlas a este ámbito.

Ante las inclemencias del clima que afectan desde un tiempo a esta parte, y que en varias ocasiones se sufren copiosas e intensas lluvias en un pequeño margen de tiempo, las que provocan el colapso de cunetas ante ese gran caudal de agua, se ven anegados no solo terrenos sino también hogares. Para dar una solución urgente a esta problemática propongo que técnicos e ingenieros de la Intendencia de Soriano entendidos en el tema analicen la situación en la que se encuentran las cunetas madres y si fuera posible se implementara un nuevo rediseño de las mismas para una mejor circulación y evacuación del torrente acuífero. Solicito que este planteo pase a la comisión de Obras y Comunicaciones de esta Junta Departamental.

Villa Soriano es y ha sido un punto de interés turístico, recibiendo cientos de visitantes de nuestro país y del exterior. Ubicado en un punto estratégico desde el punto de vista para los navegantes (a unos pocos km de la desembocadura del Río Negro con el Río Uruguay) y con un contexto histórico y patrimonial que se conjugan con la naturaleza.

Se viene trabajando a pasos firmes para dotar a esta localidad de servicios e infraestructura para potenciar el turismo, trabajando en conjunto entre la Intendencia de Soriano, a través de su dirección de Turismo, el Ministerio de Turismo y Deporte y el Ministerio de Transporte y Obras Públicas a través de la Dirección Nacional Hidrografía. Tal es el caso de la inauguración de la primer estación náutica fluvial así como la remodelación del muelle, cuya inversión asciende a unos 4 millones de dólares.

Pero hay un gran debe para esta localidad, y que opaca todas esas obras millonarias, y que no solo afecta a los turistas, sino también a los pobladores que quieren y tienen todo su derecho a hacer uso de un espacio destinado para recreación y baño en la temprada de verano. Me refiero a ese lugar natural que le llamamos “La islita” y que hemos utilizado por muchos años como playa. Provoca una gran preocupación y hasta un grado de tristeza el estado en que se encuentra este espacio. La erosión de las aguas así como constantes inundaciones han ido reduciendo considerablemente este espacio. Se han perdido varios metros de costa, y hasta el momento no se han tomado los recaudos que eviten este efecto. A esto se suma el estado en el que se encuentra algunas de sus instalaciones: la rampa de descenso y ascenso de lanchas está destrozado y una pasarela existente en este lugar se ha partido peligrando desprenderse con lo cual se imposibilitaría pasar de un sector al otro perdiendo acceso a más de la mitad de la isla. Cada vez se pierde más espacio, cada vez tenemos menos playa. Hay una espesa vegetación que debe ser limpiada y se sugiere la plantación de nuevos árboles ya que muchos han sido arrasados por el mismo efecto erosivo, se deben reacondicionar los gabinetes higiénicos, dotar de nuevas mesas, bancos y parrilleros y continuar el extendido de luz eléctrica. En diálogo con un vecino, de oficio pescador por muchos años, que bien conoce del Río me decía que tenía una idea para paliar un poco la situación y aquí la voy a plantear: se podría con la arenera Maria Rosa de la Intendencia de Soriano traer arena desde el banco de arena que se encuentra a unos 500 metros de la costa y la misma ser esparcida en las orillas. Esta es una una de las ideas que se plantean. Pero hay que tomar cartas en el asunto. Hay que recuperar y preservar ese espacio, si es necesaria otra inversión millonaria, pues entonces que se haga. No solo los navegantes necesitan una infraestructura millonaria, también aquellos que vienen por tierra y como dije los propios pobladores de Villa Soriano merecen una playa en buenas condiciones. Adjunto fotografías que documentan el estado actual de la Islita.

Solicito que este punto pase a la Comisión de Turismo de esta Junta Departamental para que realicen las gestiones y seguimiento que correspondan.