Tenían la expectativa de encontrarse con algunas reliquias centenarias, y sobre todo con una nómina de los pobladores que cien años atrás contribuyeron a erigir la capilla, pero solo encontraron una botella repleta de agua.
El pasado fin de semana la Capilla “Santa Rosa de Lima” de Santa Catalina llegó al centenario, y el pueblo realizó un festejo acorde a la fecha. Numeroso público se concurrió a la misa presidida por el Obispo Carlos María Collazzi y a las otras actividades que se desarrollaron. Pero la expectativa estaba en la apertura del basamento de la cruz misionera que se erige frente al templo, en virtud de que se tenía la presunción que pudiera contener algún documento con la nómina de vecinos que ayudaron a levantar el edificio, pero las mismas se esfumaron ya que lo único que había era una botella de vidrio llena de agua con una sustancia dentro, presumiblemente un papel.
El paso del tiempo y las filtraciones de humedad hicieron su trabajo en la estructura, y lamentablemente el único mensaje de aquellos viejos vecinos catalinenses de hace cien años atrás fue una botella llena de agua.
(*) La foto extraída del muro de facebook de periódico Centenario corresponde al momento de la apertura del basamento de la cruz misionera.