La pasada jornada un medio hacia referencias a una serie de declaraciones que realizaba sobre el tema de educación. Las mismas fueron acotadas por un ámbito fuera del común. Pero por suerte están los frenteamplistas que cinchan la oreja, que te silban en la calle y que te proporcionan aportes, esos mismos frenteamplistas que comparten el carácter crítico, el mismo que nos permite discrepar con las acciones de nuestro gobierno.
Ser sindicalista, profesor y edil del Frente Amplio no amerita a decir que estamos de los dos lados del mostrador, estamos en un mismo lugar, con los trabajadores, porque el Frente Amplio es el gobierno de todas y todos los uruguayos, pero a la hora de aplicar mejoras en la calidad de vida ha privilegiado a los que menos tienen. Pero esta lucha que se ha gestado en la educación la han tomado como meramente presupuestal, cuando debe ser un compromiso social de toda la población por mayor y mejor educación pública e igualitaria para todos los hijos de este país, sin diferencia de clase.
Como parte de un gobierno de izquierda, y como socialista, creo necesario que se dé el ejercicio continuo de la crítica y la autocrítica para así poder seguir avanzando. Es por esto, que dado el contexto sobre la discusión del presupuesto quinquenal, y específicamente el porcentaje que se destinará del mismo a la Educación Pública, es que rechazamos en su momento, el decreto de esencialidad que se firmó. En todo caso desde un gobierno progresista y de izquierda, los mensajes y acciones deberían ir hacia el robustecimiento del movimiento popular, ampliando los ámbitos de negociación entendiéndose como actores claves para el mejoramiento de las condiciones en la educación. Esto merece reconocerle al Gobierno del Frente Amplio, a nuestro Presidente y a los Ministros un logro en sinceridad y confianza. Porque un gobierno que se auto cuestiona y revé su posiciones, es un gobierno que perdura, que genera sensatez en la población. Porque los gobiernos tradicionales cuando tuvieron que reconocer los errores, jamás lo hicieron, y terminaron generando los grandes problemas que ya todos sabemos. Esos mismos gobiernos que dan cátedra de cómo hacer mejor las cosas, que aplauden a los sindicatos cuándo nunca los escucharon, reclamando una y otra vez limitar los movimientos populares.
Por eso, los gobiernos frenteamplistas han generado grandes avances en materia de educación y en derechos laborales, con más de 50 leyes aprobadas en esta materia. Desde el 2005 a la fecha se ha materializado la importancia que nuestra fuerza política le da a la educación, con medidas concretas que han ayudado a mejorar varias condiciones, ya sean edilicias, salariales, programáticas, etc. Los avances anteriores reflejan la voluntad y el compromiso político de los gobiernos del FA, como la cifra histórica del 4,5% del PIB. Este aumento presupuestal permitió que el salario real de los docentes y no docentes crezca cerca al 50%(aún insuficiente).
También se amplió a toda la enseñanza media el boleto estudiantil gratuito. Además el mencionado presupuesto permitió que se ejecuten obras en varias escuelas y liceos con problemas edilicios, permitió también que se esté cerca de las 300 escuelas de tiempo extendido, y por otro lado, se llevó adelante el Plan Ceibal, herramienta que ha ayudado en varios aspectos educativos. No debemos quedarnos solo con el análisis positivo y conformista de lo que han venido haciendo nuestros gobiernos y prestar atención también sobre las diferentes carencias que pueden subsistir en la educación pública descuidada por más de 40 años.
Sostengo una vez más que lo que está en juego son dos modelos de país: uno es el del diálogo, el que avanza de la mano del campo popular, el país productivo con justicia social que apunta a la educación pública y a la conquista de más derechos para los trabajadores; y el otro, constituye la restauración del modelo neoliberal. Por eso bregoconstantemente para que prime siempre los espacios de negociación y el compromiso para con la Educación Pública con una participación efectiva y responsable en los gremios de la educación, ya que son la herramienta legítima donde actores educativos nos nucleamos para discutir sobre nuestras realidades, donde planteamos nuestras ideas, y donde se sintetizan las diferentes posturas para generar las diferentes plataformas reivindicativas, así como las propuestas.
Prof. Carlín Susaye
(Espacio contratado)