El tema de seguridad sanitaria para el personal policial al tener que obligatoriamente contacto con reclusos infectados de HIV, es motivo de preocupación para policías sindicalizados. Sabido es que los encausados, tienen como costumbre provocarse cortes para ser trasladados al hospital. Los guantes que utilizan los policías al esposar a los reclusos lastimados los consiguen los propios uniformados en el hospital. Al respecto no existe por parte de la división sanitaria del centro de reclusión una dotación pertinente de guantes y/o alcohol en gel en un lugar de alto riesgo como lo es la cárcel. Temas que denuncian los uniformados.
Además, el reciente intento de fuga de un encausado, puso al descubierto necesidades logísticas mínimas e imprescindibles, en el cumplimiento de las obligaciones de los responsables de la custodia de la población carcelaria. La agente que custodiaba la garita ese sector, debió dar cuenta a la guardia a través del teléfono celular de su propiedad, fuentes sindicales se preguntan ¿y si la policía no hubiera tenido saldo disponible en el crédito de su teléfono? Debería haber abandonado su puesto, llegar hasta la dependencia de menores para poner en conocimiento del hecho y ¿cuánto tiempo se hubiera perdido? Existen tres garitas de vigilancia, las mismas carecen de comunicación entre ellas y a su vez con la guardia carcelaria.
La fuente señaló que el reclamo de estas necesidades se viene efectuando desde hace mucho tiempo, es intención de los uniformados hacer llegar a las autoridades del establecimiento carcelario su preocupación, por estos temas, y canalizar además a integrantes de la Confederación Uruguaya de Policías.