Durante años fue parte de las creencias populares, que los ladrones tenían determinados códigos y que como parte de ellos, las escuelas, iglesias, los abuelos, los discapacitados, eran "intocables" a la hora de llevar a cabo actos delictivos. De un tiempo a esta parte eso también cambió, ya no se respeta nada ni nadie, ejemplos hay a diario en la crónica roja. Lamentablemente en la mañana de este miércoles, la Asociación de Rehabilitación e Integración del Lisiado (ARIL), sufrió la delincuencia.
El propio Presidente de ARIL, Paolo Perazza en su cuenta de facebook denunció la situación y expresó su impotencia por lo ocurrido, "hoy ARIL despertó con una mala noticia, nuestra camioneta que tanto sacrificio nos cuesta mantenerla, fue destrozada para robarla, se siente mucho dolor, rabia e impotencia. ARIL este sábado cumple sus 34 años de prestar servicio a los discapacitados, el viernes nos reuníamos para festejar el cumple, hoy ya no sabemos que vamos a hacer, pues rompieron un vidrio y hace mucho frío. ¡Mucha injusticia!".
Huelgan las palabras...