Un hecho inusual, pero sumamente destacable desde la actitud de un niño, fue el ocurrido anoche. El niño, de apenas 10 años (hermano de otros dos de 11años y 18 meses), se presentó ante la Policía para decir que no quería seguir con su mamá porque es consumidora de drogas. La familia vive en el barrio Cerro de Mercedes. La mujer, de 32 años, es adicta a las drogas, y vive junto a sus tres hijos y su madre (abuela de los pequeños), quien tiene serios problemas de salud.
El niño contó llorando, que si bien quiere a su mamá, no podía seguir con ella en las actuales condiciones, mostrándose muy preocupado porque "mi hermanito más chico todavía toma teta y lo puede estar envenenando con la droga” habría dicho el niño.
La denuncia motivó la rápida intervención de la Unidad Especializad en Violencia Doméstica que en horas de la madrugada, y ante determinación verbal de la magistrada actuante trasladaron a los tres niños a dependencias del INAU. A su vez las autoridades notificaron a la madre que para volver a tener a los pequeños debería someterse a un tratamiento de desintoxicación. Paralelo a ello las autoridades de INAU evalúan con otro familiar, la situación de los niños, ya que si bien la abuela contaría con la tenencia, no está en condiciones por razones de salud, de quedarse con los niños. Existiendo la posibilidad que una tía pueda hacerse cargo de los pequeños.
Tanto a los funcionarios policiales como a las autoridades de INAU, llamó la atención la madurez del niño de 10 años, que tomó la decisión de terminar con esta situación que sin dudas estaba marcando duramente su vida diaria. Siendo inclusive víctima de algunos castigos corporales. El niño en todo momento expresó su amor por su madre, pero a la vez firmeza en la actitud, buscando que ella no continuara en esas condiciones.