Cada vez que asumió uno de los suplentes de Guillermo Besozzi, en el acto de traspaso de mando se hizo hincapié en que la administración era conducida por un equipo, integrado por el Intendente, los suplentes y el gabinete, pero justamente cuando está por terminar el segundo período de la Administración Besozzi, uno de los suplentes, el doloreño José Luis Gómez, parece que rompió con el molde que hasta aquí había tenido el famoso equipo.
El Intendente José Luis Gómez, tomó decisiones que movieron la interna de la 903, agrupación a la que él pertenece. Por un lado decidió trasladar a quien era el secretario particular de Besozzi, Gonzalo Castillo, a la Oficina de la Juventud; también hizo lo mismo con Johnny Jourdán, mano derecha de Besozzi que pasa a desempeñarse en el polideportivo, en ambos casos por haberse dedicado a trabajar en la campaña de Agustín Bascou con las correspondientes licencias. Pero a su vez le pidió al Director de Arquitectura, Adul Nebú, que se tomara licencia, a lo que el Director le dijo que no, y el Intendente decidió designar en su lugar a la Arq. Verónica Colmán. Otra situación es la ocurrida con el Director de Obras, el doloreño Pedro Nocetti, a quien el Intendente Gómez, solicitó que trasladara toda la maquinaria y equipamiento de vialidad rural, a la zona aledaña a Dolores, a lo que el Director se negó porque debe cumplir con los compromisos establecidos en los convenios con el MTOP y la existencia de un cronograma de obras que debe ser respetado. Si bien Nocetti tiene licencia atrasada hasta el momento no ha podido hacer uso de la misma.
Gómez también había cuestionado a la Directora de Políticas Sociales y también suplente de Besozzi en su momento y ahora de Bascou, por haberse dedicado a la campaña, cuando lo hizo en uso de su licencia, la que fue firmada por el propio Gómez por lo que no podía desconocerlo.
A todo ésto, uno que dijo basta y renunció, es el Secretario General, Dr. Germán Cavallero, quien tuvo varios encontronazos con Gómez, y si bien se aduce que se retiró cansado, en los hechos ese cansancio era el de chocar permanentemente con Gómez debido a compras que quería realizar el Intendente y que se le explicaba que no era posible hacerlo de la manera que él quería, sino que debía cumplirse con el proceso correspondiente, ya sea llamado a precios, licitación o lo que correspondía. Entre ellos asesoró que no podía comprarse directamente una camioneta y que tampoco podía adquirirse cámaras de video para instalar en la ciudad si no era por el debido llamado público. Asimismo se habría negado a firmar una boleta de almuerzo en el restaurante más caro de Montevideo con un gasto de alrededor de $ 8.000 para tres personas. Todo lo que generó distanciamiento del Intendente con el Secretario General.
Estas decisiones generaron el enojo en la interna de la 903 que está analizando la situación ya que como señaló fuente de esta agrupación, "Gómez está ocupando un cargo porque mucha gente entre las cuales estuvieron estas personas que él ahora cuestiona, trabajaron duro para que hoy esté sentado en el sillón comunal".