En un comunicado, la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer publicó un sumario con las evaluaciones finales sobre los hallazgos de los investigadores de la agencia.
Según informó EFE, “el herbicida glifosato (sustancia activa del Roundup, uno de los herbicidas más vendidos) y los insecticidas diazinón y malatión han sido clasificados como probablemente cancerígenos para los humanos”, comercializados en Uruguay.
También se indicó que “los insecticidas tetraclorvinfos y paratión han sido designados como posiblemente cancerígenos para el ser humano”.
En este caso, ambos productos fueron catalogados dentro del “Grupo 2 B” al hallarse “evidencias convincentes de que causaron cáncer a animales de laboratorio”.
“El tetraclorvinfos está prohibido en la Unión Europea, aunque en EE UU continúa utilizándose incluso en mascotas, y el uso de paratión está muy restringido desde 1980”, recuerda Efe.
El insecticida malatión fue ubicado en el Grupo 2 A por las “evidencias limitadas de que produciría linfoma no-Hodgkin y cáncer de próstata en humanos”.
Su utilización es en la agricultura, pero se estima que la exposición de la población es baja y sucede en residencias cercanas a áreas en las que se ha utilizado.
También se indica que el diazinón es “probablemente cancerígeno al haber evidencia limitada de su relación con la aparición de linfoma no-Hodgkin y cáncer de pulmón en quienes se han visto expuestos a él”.
Aunque se aclara que “existe una fuerte evidencia de que el diazinón, utilizado en agricultura y para el control de insectos caseros y de jardín, indujo daños sobre el ADN o sobre los cromosomas”.
Glifosato
En el informe se indica que en cuanto al herbicida glifosato “hay evidencia limitada de que puede producir linfoma no-Hodgkin en seres humanos, y hay pruebas convincentes de que puede causar cáncer en animales de laboratorio”.
El glifosato tiene el mayor volumen de producción global de todos los herbicidas, y se utiliza en la agricultura.