(por Aldo Roque Difilippo) Tres mercedarios, familiares de víctimas de la dictadura, declararon en el Juzgado de Carmelo por la causa que se viene instruyendo tras la aparición de registros identificados como NN en el Cementerio de Nueva Palmira. De acuerdo a los registros del Cementerio de Nueva Palmira existirían tres personas sepultadas, bajo el rótulo de NN, correspondientes al año 1978. Este hecho generó la intervención de la Jueza Ana Aberastegui, del Juzgado Penal de Carmelo quien está a cargo del caso, citando a declarar a tres personas de Mercedes, junto al antropólogo José López Mazz y a la titular de la Secretaría de Seguimiento de la Comisión para la Paz, Soledad Cibils.
La audiencia se realizó el 18 de setiembre pasado, en un caso que se viene manejando con total hermetismo. Según informaron los colegas del semanario El Eco en la audiencia la Jueza Aberastegui estuvo acompañada de la fiscal Alicia Ghione, en un caso que por el momento resulta confuso de determinar, ya que en la denuncia se presentaron tres nombres como los que podrían corresponder a estos restos. Algo que por el momento está lejos de saberse ya que la magistrada al recibir la denuncia determinó la preservación de esta tumba hasta que pueda intervenir los técnicos y antropólogos que realicen un trabajo científico.
Por tal motivo fue la comparecencia del antropólogo José López Mazz, aunque todas las partes que fueron convocadas a esta audiencia prefirieron no manifestarse al respecto en virtud que la magistrada pidió absoluta reserva. A pedido de la fiscal, por la sensibilidad del tema, la jueza decretó como Reservado el expediente, por lo que su contenido, como la participación de los testigos, no puede ser revelado.
Tres posibles NN
El caso comenzó con una investigación emprendida por los colegas del Semanario El Eco, y de Juan Pérez Quiñones, mercedario que en el 2007 logró ubicar los restos de su hermano, Modesto Quiñones, que fuera asesinado y enterrado clandestinamente en un cementerio de Buenos Aires.
En el registro del Cementerio de Nueva Palmira figura una sepultura como NN, correspondiente a una persona que murió en setiembre de 1978 por “asfixia por inmersión” presumiéndose que podría tratarse de uno de los tantos casos de tortura conocida como “submarino” o “tacho”. De acuerdo a estos registros el cuerpo fue enterrado en la fosa 72, pero se pudo determinar que dicha fosa no existe. Una posterior indagación trajo nuevas sorpresas, ya que en los registros del Cementerio figuran tres personas más “sin datos” enterradas “sin identificar” y que fueron reducidos en 1983: fosa 26, 105,106.
La indagatoria judicial, expediente 234/168 del año 2010, pretende determinar si efectivamente dichas fosas contienen esos cuerpos, y si así fuera realizar el peritaje correspondiente para determinar la identidad de los mismos. Por tal motivo la jueza ordenó reserva absoluta en el caso, y preservar el área hasta tanto no intervengan los especialistas.
Con nombre y apellido
La comparecencia de los tres mercedarios, familiares de víctimas de la dictadura, en el Juzgado de Carmelo se debió a que la denuncia se realizó “con nombre y apellido”, según pudimos saber. Es decir que en dichas tumbas se encuentran los restos de “fulano, fulano, y fulano” según nos dijo una fuente cercana al caso. Aunque esos extremos están muy lejos de comprobarse en virtud que la justicia está intentando determinar la veracidad de la denuncia y si en principio hay cuerpos o no en dichas fosas.
(*) La foto que acompaña este artículo corresponde al Libro de defunciones de la Junta Local de Nueva Palmira (Setiembre 1978), donde “se ignora” la identidad del cuerpo sepultado como NN. (Foto cedida por Semanario El Eco).