Una lesión muscular lo dejó al margen de las primeras finales y estuvo a punto también de dejarlo fuera del quinto y último enfrentamiento con Praga, en la definición del Torneo Competencia de la Liga Regional de Básquetbol de Soriano, pero al final Sebastián González Aguirre se sacó las ganas de jugar y pudo festejar el título de campeón. El salteño, quien además de ser el Capitán de mayores dirige las categorías formativas de Pacaembú, se ha ganado el aprecio y el agradecimiento de la hinchada azul. Con él estuvo @gesor en el Gimnasio “Javier Novales Mayol”, al término de una de las prácticas de sus dirigidos.
-Hagamos un poco de historia, Capitán. ¿Cómo comienza su vínculo con Pacaembú?
“Hace tres años me fueron a buscar a Salto. El club acababa de pasar por la desgracia de la caída del techo del gimnasio. Se intentaba salir de eso y la dirigencia quería proyectar a Pacaembú a largo plazo, tratando de llegar primero a los puestos de vanguardia del torneo de ese año, como meta inicial. Llegué en ese momento tan duro. A mí me tocó ver a los gurises practicar en pleno invierno en la cancha abierta de Bristol, que le había prestado su escenario a Pacaembú. Eso ahora se valora más. Yo le digo siempre a los chiquilines que valoren el gimnasio que tienen y el enorme esfuerzo que hizo el club por recuperarlo y también el esfuerzo realizado este año para traer los jugadores de la clase que trajo. Cuando yo llegué, después de aquel golpe que significó el derrumbe del techo, el objetivo deportivo era llega a las semifinales y por suerte pudimos alcanzar la clasificación. La segunda temporada me pidieron que gestionara el pase. Yo, que me sentía a gusto desde el primer momento, por el trato de los dirigentes y el afecto de la hinchada, acepté. Después me ofrecieron la posibilidad de dirigir a las formativas, Vieron mi trabajo y les gustó”.
-Pasando a esta temporada, que terminó de la mejor manera para ustedes, imagino que recordarás cómo comenzó...
“Sí, lo recuerdo. Comenzamos perdiendo en nuestra propia cancha. Esta temporada fue durísima, sin dudas. No me canso de decir que nos costó muchísimo estar entre los 6 y luego entre los 4. Fue un campeonato muy parejo. Las finales dan la pauta de lo que fue el año. A nosotros se nos complicó, por más que habíamos ganado los dos primeros partidos. Todas las finales fueron parejas, salvo la tercera, porque Praga fue un gran rival”.
-Pero antes, en semifinales, tuvieron que enfrentar a Racing, en un enfrentamiento que a esta altura de los acontecimientos para muchos es una especie de clásico...
“Personalmente creo que el único clásico que hay acá en Mercedes es Remeros-Praga. Tal vez alguno se me enoja, pero así lo veo yo. Hay encuentros que despiertan un interés especial, como puede ser Pacaembú-Racing, pero no entran en la categoría de clásicos, a mi juicio. Eso no quiere decir que Racing no haya sido un duro adversario. Sin dudas nos complicó bastante, a pesar de que tenía alguna ausencia”.
-Sebastián, tú tuviste que soportar una lesión que no te dejó gran parte de la serie final, pero alcanzaste a esta ren el partido más trascendente...
“Era un desgarro en la zona de los aductores, bastante complicado, pero por suerte pudo llegar. En el cuarto partido probé un poco. Clínicamente tenia el alta médica, porque el desgarro no aparecía, pero no estaba ciento por ciento. Ya en la quinta pude estar más tiempo y aportar mi grano de arena. De las lesiones musculares es de las peores. Sin embargo, en la quinta final pude estar y aportar mi granito de arena”.
-Pacaembú llegó dando una ventaja muy grande a esa quinta final, porque aparte de tu lesión, tu tocayo, Sebastián González Larrea, había sufrido una luxación de hombro en el partido anterior y hasta último momento no se sabía si iba a poder jugar...
“Sí. Lo de mi tocayo es sin palabras. No sé cuántos jugadores se han infiltrado para poder jugar en esas condiciones. Eso es muy rescatable. Howard tampoco estaba en la mejor forma, porque había tenido una contractura. Pero lo importante es que a lo largo de la temporada aparecieron todos. Howard, por donde pasaba todo, Leandro Curbelo contra Esparta, por ejemplo, en un partido decisivo, Bruno Torres con su trabajo defensivo, Pino en los rebotes junto con Soria. Ahí, por ejemplo, hay mérito de Cremella. Hay mérito del entrenador al traer a Soria y mérito también de la dirigencia al traer a Facundo Ferreira. Muchos pensaban que no se podría traer un jugador lesionado y, sin embargo, Facundo terminó siendo clave. Todos lo pusieron lo suyo. Sebastián (González Larrea), desde luego, y Daniel Rivero, un jugador de gran experiencia, con varias finales, que fue fundamental todo el año, pero yo rescato principalmente lo que hizo en el último partido, por la forma en que manejó los tiempos y cómo llegó a los instantes finales del partido siendo determinante”.
-Ya con un tiempo en el baloncesto de Mercedes: ¿Qué concepto tienes del nivel de la Liga Regional de Básquetbol de Soriano, más allá de los aspectos técnicos, tú que eres salteño, y que por lo tanto puedes comparar con la Liga de Salto?
“La Liga de Soriano está un escalón por encima de la de Salto. No tengo dudas de eso. El año pasado allá se jugaron sólo tres meses, la mitad de lo que duró acá la actividad. Creo que acá está mejor organizada y se ha podido lograr un superávit, que ayuda a trabajar en las formativas”.
-Dejando de lado el título, esta temporada fue muy significativa para Pacaembú por otras razones, como por ejemplo haber logrado traer a Mercedes a Fernando “Enano” Martínez, para que viniera a dar una charl,a un jguador que vino gracias a una gestión tuya...
”Sí, son pequeños granitos de arena. Todo eso suma”.
-¿Vas a seguir defendiendo a Pacaembú la próxima temporada?
“No lo sé. Cuando termina una temporada no sé lo que voy a hacer en la siguiente. Por ahora sigo dirigiendo las formativas. Estoy muy cómodo en el club. Soy un agradecido con Pacaembú porque me han valorado, primero como jugador y luego como entrenador, pero por ahora pienso únicamente en los torneos de las formativas, que están por comenzar. Tal vez me tome unos días de descanso antes de empezar, porque es bueno también desenchufarse un poco, pero no pienso en otra cosa que en dirigir a mis gurises”.