El secretario general de FUCVAM, Darío Rodríguez, hizo referencia a aspectos de la actualidad del movimiento cooperativo al que catalogó como "la empresa constructora más grande del país" con "82 obras en marcha y más de 3000 viviendas construidas".
Rodríguez si bien reconoce los logros alcanzados en materia de vivienda, "habiéndosele dado prioridad al sistema cooperativo en materia presupuestal", puso énfasis en las diferencias con la Ley de Viviendas de Interés Social y allí dijo "mientras las cooperativas no son exoneradas de IVA y demás impuestos, las empresas privadas son exoneradas de toda tributación".
Marcó diferencias en el costo de construcción, "mientras las cooperativas generamos un valor de entre US$ 800 a 900 el metro cuadrado, las empresas construyen a alrededor de US$ 1.700 y desde el punto de vista de la tipología y la calidad no tenemos nada que envidiarles. Por eso decimos que queremos el mismo tratamiento desde lo impositivo, porque las empresas están haciendo un pingüe negocio".
Recordó que allí las empresas "utilizan recursos del Estado y una vivienda de dos dormitorios tiene un costo de US$ 120.000, ¿qué trabajador puede acceder a ella?" se preguntó el dirigente de FUCVAM.
Estimó que mediados de año estarán en las 100 obras en ejecución.
Rodríguez también habló de la necesidad de autocrítica en el movimiento y reclamó "debemos ser mucho más cuidadosos en la gestión de los recursos que nos presta la sociedad dar cuenta de los plazos, exigir asesoramiento".
Reafirmó el concepto que el movimiento cooperativo "no quiere que se nos regale nada, queremos generar contrapartidas, educándonos a la idea que las cosas cuestan, que nadie te ragala nada, que sos un sujeto de derecho y no un cliente".
También hacia la interna fue muy claro, "si bien apuntaremos a que aquella familia que no pueda pagar la cuota reciba el subsidio correspondiente, no podemos jugar de pícaros y ocultar información, por lo tanto quien puede pagar la cuota, lo debe hacer. Vamos a defender la permanencia de la familia que hace un gran sacrificio para construir y que después no se tenga que ir de la vivienda por no poder pagar la cuota, pero reitero que debe quedar claro hacia los compañeros, hay que priorizar la vivienda y la familia que puede pagar la cuota tiene que hacerlo".