Reclusos que manifestaron su malestar por situaciones que se suceden en la revisación de los familiares que llegan como visitas al centro de Reclusión Nº 24 de Pense, habrían intentado llevar adelante una huelga de hambre como modo de protesta para poner de manifiesto el reclamo.
Si bien versiones que comenzaron a circular en la pasada jornada indicaban que cerca del centenar de reclusos, exceptuando a los alojados en módulos A en especial, habían comenzado la huelga de hambre, esto se descartó.
Según pudo saber @gesor las intenciones de gran parte de la población carcelaria de no acompañar la medida “sirvió para desactivarla antes que la misma se iniciara”.
Entre los reclamos denunciados por parte de los reclusos se supo que figuraban quejas por maltratos a los familiares que van a visitarlos, aunque se pudo saber después que el INR solo se ajustaba a cumplir con el reglamento.
El reclamo tenía como punto principal “la restricción impuesta por las autoridades de la unidad, la revisación a la que son sometidos los alimentos familiares durante las visitas y otras cuestiones”.
De acuerdo a la información a la que accedió nuestra Agencia de Noticias, todo surge a partir de la resistencia de los reclusos, de acuerdo a las normativas que rigen dentro del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), existiendo a la hora de los controles de las visitas sólo contacto visual pero no físico, como lo habilita la reglamentación que regula el control de acceso a los centros penintenciarios.
En cuanto a los problemas que en los últimos días se habían originado con el abastecimiento de agua potable para el centro de reclusión, todo volvió a la normalidad con trabajos que debieron hacerse en forma reciente.
Cabe destacar que, por ejemplo, en los últimos días fueron incautados varios celulares en los accesos a la cárcel, entre algunos otros elementos que pretendían ser pasados a los internos.