Una vez más la familia Alvarez, que tiene a su cargo la Pizzería SV y la Panadería San Vicente, sufrió un nuevo robo en uno de sus locales comerciales. En este caso, le tocó a la pizzería ubicada en calle Ansina pasando Varela, hasta donde llegaron los ladrones para llevarse un número importante de botellas de bebidas, con una afectación económica estimada en poco más de 6 mil pesos.
Basta con recordar lo suscitado hace pocos días en la panadería que tiene acceso por la calle Varela, desde donde los delincuentes en uno de los casos rompieron el vidrio de la puerta de ingreso al comercio, mientras que en el otro optaron por llevarse la caja registradora con una parte de la recaudación del día.
Si bien los dos locales tienen conexión interior y solo los separa una reja, en esta última oportunidad los ladrones sabían lo que hacían, porque justamente el domingo de madrugada es el día libre de los empleados que trabajan en la empresa panificadora.
De acuerdo a lo que pudo saber @gesor y en contacto directo con el responsable de la pizzería, Jorge Alvarez, la policía fue quien lo puso al tanto de lo ocurrido en la última madrugada, ya que en una de las recorridas realizadas por esa zona constató que la puerta de acceso al comercio estaba abierta, confirmando minutos después que la misma había sido forzada por los ladrones para poder entrar y robar.
"es muy difícil poder sobrellevar este tipo de cosas, porque uno no está preparado emocionalmente para enfrentar estos hechos que afectan a a la empresa. Uno no puede tener en cuenta que una vez por semana le van entrar y le van a llevar todo", expresó Alvarez. Comentó que no solo tiene que cuantificar los efectos hurtados, sino que también tiene que incluir todas las roturas de puertas y de vidrios sufridas en tan poco tiempo.
Reconoció que hasta el momento no le ha tocado vivir un delito más importante y complejo, como por ejemplo la rapiña, pero cree que ese puede ser el próximo paso, porque los delincuentes cuando buscan algo no les importa a qué precio consiguen las cosas.
"Realmente me siento muy inseguro y estoy analizando la continuidad del negocio, si sigue abierto o no, en las próximas horas decidiré qué hago", indicó el comerciante afectado.
Comentó que todos los días ve caminar a personas extrañas por el barrio y que muchas de ellas siempre ingresan a la pizzería, ya sea a pedir monedas o a observar como se encuentra el panorama. Relató que en los últimos meses- según dijo- los reiterados robos afectaron a casi todo el vecindario.
Respecto a la búsqueda de soluciones que ayuden a hacerle frente a la delincuencia, Jorge Alvarez, señaló que "para que todo termine habría que poner un policía en cada esquina y que eso es imposible". Consideró- según él- que la presencia policial es buena en las calles de Mercedes, pero añadió que "la situación es díficil de solucionar y a esta altura son más las personas que desean complicar, que las que desean hacer un bien a la comunidad", terminó diciendo Alvarez.