Con gran esfuerzo de sus dirigentes, el Club Con Los Mismos Colores lleva adelante una valiosa obra que va más allá de lo deportivo y del barrio donde tiene su radio de acción. Uno de sus mayores aportes a la comunidad mercedaria que realiza la institución es el trabajo que desarrolla a nivel del fútbol infantil, disponiendo para ello de una cancha junto a la Cañada Roubin en la zona del trébol vial ubicado en la cabecera sur del Puente Líber Seregni. Ese escenario deportivo cubre una manzana que fuera expropiada hace unos años. De manera admirable, dirigentes y allegados al club del barrio palo Alto fueron dotando de una serie de mejoras a ese campo de fútbol. Le colocaron un tejido circundante, instalaron alumbrado, edificaron un sector de vestuarios y después le anexaron mesas alrededor de la cancha, para mayor comodidad de los padres y de todo el público en que habitualmente concurre a presenciar los partidos o los entrenamientos. Ha sido un esfuerzo titánico, considerando sobre todo que Con Los ismos Colores es un club al que no le sobran los recursos, sino todo lo contrario. Pero esa meritoria obra social y deportiva contrasta con la acción vandálica de aquellos delincuentes que, valiéndose cobardemente de la oscuridad reinante por las noches y de la poca vigilancia del sector, suelen cometer hurtos y destrozos en el pequeño pero coqueto escenario deportivo. Con frecuencia el Club ha tenido que denunciar hurtos y daños, como la rotura del alambrado que rodea la cancha o el robo de cables.
La Agencia Soriano de Noticias, @gesor, se hizo presente en ese reducto deportivo, donde puede observarse la huella destructiva de los delincuentes.
“He estado a punto de dejar todo”
Ferenk Walter Ocampo, entrenador del club, dijo a @gesor que se siente desmoralizado por esta situación recurrente y que ha sentido deseos de renunciar. “He tenido ganas de dejar todo”, confiesa, pero aclara que se mantiene trabajando porque todo el esfuerzo va destinado a los niños y no se les puede desamparar. “A la cancha de Con Los Mismos Colores vienen entre 130 y 140 chiquilines, que son los grandes perjudicados con lo que sucede, así que no los podemos abandonar, a pesar de la desazón que esto causa”, dijo con gesto de evidente malestar. “No sé qué razón les lleva a cometer estos destrozos”, se preguntó el entrenador, insistiendo que el daño principal perjudica sobre todo a los niños: ”a quienes les hacen mal es a los niños, que se quedan sin poder practicar”, comentando al respecto que “la última vez estuvieron 15 días sin poder practicar”. Con la colaboración de la Intendencia, el problema pudo por fin ser subsanado, lo cual es muy valorado por Ocampo: “El Director de Arquitectura, Adul Nebú, siempre nos colabora, cuando necesitamos restablecer el alumbrado de la cancha, cosa que mucho agradecemos, aunque es lamentable que tengamos que estar molestando a la Intendencia por culpa de los delincuentes”.
“Sigue todo igual”
Ocampo explicó a @gesor que estos hechos han sido denunciados ante la Policía, pero sin resultados positivos. “Hemos denunciado en la seccional y sin embargo todo sigue igual”. En las inmediaciones de la cancha ocurre algo similar. La Intendencia repone los focos que roban o destruyen, y de inmediato el lugar vuelve a quedar a oscuras, según el entrenador. “Es lamentable lo que sucede en la zona de la cancha de nuestro club”, se queja, a la vez que reclama que las autoridades tomen cartas en el asunto.