Mario Garrón hijo del recordado Humberto Garrón que durante décadas se dedicó a la venta de repuestos y acesorios para todo tipo de vehículos, se había retirado al mediodía hacia su domicilio tras cumplir la tarea habitual de atención a los clientes en este caso del día sábado. Poco después tomó conocimiento que su comercio estaba incendiándose, abundante humareda y llamas en el interior hacían presumir un foco ígneo deimportantes dimensiones, dado también la volatilidad de la mercadería allí almacenada.
Con la premura del caso llegó una dotación de Bomberos, aunque su accionar inicial se vio demorado porque hubo que esperar el arribo de cuadrilla de UTE para que cortara la energía en la zona a los efectos de poder utilizar agua para sofocar el siniestro. Primero desde la puerta del comercio y luego, cuando consiguieron ganar espacio, los bomberos pudieron entrar para combatir el fuego en el cuerpo a cuerpo, pero previamente debieron esperar a que llegara equipo con tanque de oxígeno y máscara que les permitiera acceder en virtud de la intensa y asfixiante humareda. Paralelamente una de las autobombas debió auxiliar a la otra en la recarga de agua, porque se replanteó la situación de los hidrantes, lo que desde hace mucho tiempo viene reclamándose y que dificultan el accionar de los soldados del fuego al no tener acceso inmediato a recarga agua, lo que hace que haya demoras como en este caso de entre 10 y 15 minutos porque se estaba cerca del destacamento.
Controlado el siniestro que podría haber tenido su inicio en una máquina pequeña con un compresor que utilizaba para echar aire a las pelotas de fútbol y a las cámaras, cuya palanca de encendido podría haber sido rozada al pasar durante la jornada de trabajo y posteriormente se recalentó, es la estimación que a priori realiza Garrón, quien se acercó al lugar y pudo apreciar que el daño fue prácticamente total. Mario lleva en ese local cumpliendo tareas, 35 años, a esta altura de su vida recibe este duro golpe que lo hará redoblar esfuerzos y recuperar en el menor tiempo posible, la planta edilicia y nueva mercadería y comenzar a remar nuevamente en el aspecto comercial. Una firma reconocida, de prestigio, que es lo más importante para poder reconstruir el negocio del día a día y que seguramente con el apoyo de quienes lo aprecian y el de su familia, seguramente saldrá adelante de este duro momento.
Fotografía: Mario Garrón constatando el daño sufrido en su comercio tras 35 años de labor que deberá reconstruir tras el incendio.