(Por Enrique Lécaille) Con su cabellera absolutamente canosa y con un claro acento chileno, la presencia de Jorge Gioia no pasó desapercibida en el Estadio Koster al disputarse este sábado el homenaje a los campeones nacionales de fútbol estudiantil de 1974. Gioia fue uno de los medicampistas de aquella histórica selección del Instituto José María Campos, equipo que volvió a unirse este fin de semana para enfrentar a la selección actual y revivir el título conseguido en Durazno. Con él habló @gesor al término del encuentro amistoso.
-Si haberse coronado campeones hace cuatro décadas debe haber resultado muy emocionante, esta jornada debe haber estado cargada también de muchas emociones…
“Sin dudas que sí. Fue muy emocionante volver al Koster y para una ocasión tan especial. La verdad todos teníamos muchas ganas de vivir este momento”
-Se sacaron las ganas de dar la vuelta olímpica…
“Sí, porque como mucha gente sabe, por causas extrafutbolísticas aquella vez no pudimos dar la vuelta olímpica en Durazno, ya que habían hecho todo para que perdiéramos en el preliminar, contra Montevideo. Si le ganábamos a Montevideo nos clasificábamos campeones sin tener necesidad de esperar el partido de segunda hora entre Durazno y Cerro Largo, pero terminamos 2 a 2, así que tuvimos que esperar. Por suerte después Durazno no ganó, así que fuimos campeones, pero nos quedamos sin la posibilidad de dar la vuelta olímpica porque ya se había ido toda la gente del estadio”.
-El Director del Instituto José María Campos era el Profesor Alejandro Demarco, oriundo de Durazno: ¿Eso facilitó algo las cosas cuando tuvieron que jugar la fase final en aquella ciudad?
“Sí, él nos ofreció su casa y allí se alojó la delegación. El “Pelado” Martínez, que era el ayudante del técnico Ultra, y el “Coco” Abreo, que era el delegado, eran los encargados de vigilarnos, para que nos nos escapáramos por las noches. En aquellos momentos estaba la Dictadura y hacían rotar a los directores de los liceos y a Demarco, que era director en Durazno, lo habían destinado a Mercedes. Yo creo que él nunca se imaginó que iba a volver a Durazno como Director del liceo de otro departamento. Y te cuento una anécdota, a propósito de esto: cuando la directora del Liceo de Durazno terminó su discurso de bienvenida delante de todas las delegaciones que estaban allí formadas, el Profesor Demarco exclamó espontáneamente “viva la roja”, aludiendo por supuesto a la camiseta de Durazno, cosa que a nosotros nos calentó y entonces dijimos que no lo íbamos a dejar salir campeón. Eso, sin querer, fue un aliciente para nosotros”
-¿En qué club de Mercedes jugabas en esa época?…
“Jugaba en Bristol, en la Tercera División”.
-¿Qué sucedió que no seguiste?
“Sucede queedí pase para Peñarol, pero Echániz, que era el presidente de Brisol, me lo negó, así que no pude jugar nunca con los aurinegros. De todas formas, yo en marzo del 75 me fui a vivir a Buenos Aires por razones laborales y luego a Chile, donde sigo viviendo”.
-¿Cuánto tiempo en Chile?
-Ya llevo 21 años. Por suerte me ha ido muy bien en la parte laboral, pero tengo muchas ganar de volver a Uruguay, porque hay muchas cosas a nivel sentimental que me hacen soñar con el regreso, así que ojalá pronto lo pueda conseguir. No sé si será en Mercedes o en Montevideo, pero eso sí, siempre con la Celeste presente”.
-Muchas gracias, Jorge y buen retorno a Chile.
“Gracia a vos y un saludo a todos, con enorme gratitud hacia quienes organizaron estos homenajes tan especiales que removieron muchísmo nuestro interior”.