(Por Enrique Lécaille) Celebrando otro aniversario de la conquista del título nacional de fútbol estudiantil de 1974, la selección del Instituto José María Campos de aquel año enfrentó este sábado en forma amistosa en el Estadio Luis Koster de Mercedes a la selección actual de ese centro educativo. Fue una jornada de fuertes emociones y recuerdos. Como ocurriera hace 4 décadas, el capitán de los campeones fue José Luis “Isoca” Álvarez, como ya fuera destacado por @gesor.
-Un ex alumno que siguió el partido desde la tribuna nos decía que este homenaje fue como haber viajado en el tiempo: ¿cómo se vivió estando adentro de la cancha?
“Fue una emoción muy grande para todos, por varios factores, y tal vez no haya palabras para expresarlo cabalmente”.
-¿Cuánto hace que no entrabas a una cancha?
”Hace 25 años que no pisaba una cancha. No vengo ni a mirar los partidos. Las ganas de gritar las sentía, pero el cuerpo no respondía. De todas formas fue muy emocionante y ademas haberlo podido hacer en una cancha con un piso tan bueno. Es un lujo como está el Koster, cosa que en mis épocas no sucedía”.
-¿Es cierto que te lo tomaste tan en serio a este amisto que te estuviste entrenando para este sábado?
“Bueno, los muchachos exageran. Sí, hice un poco de bicicleta estática y también pedí que me dejaron entrar a una cancha donde estaban pracitando, para ver qué se sentía, qué impresión me daba. Pedí para entrar 10 minutos y al final terminé jugando una hora. Me olvidé que ya tenía muchos años y me di cuenta que no había perdido el amor por el fútbol”.
-Pero este sábado, estando en la cancha, mirar para atrás y ver a Horacio Reta en el arco y a tus otros compañeros de defensa, ¿te dio tranquilidad?
“Sí, por supuesto, A Reta lo teníamos a puro grito, pero respondió bien”.
-Esta jornada fue muy especial, porque más allá de poder reencontrarse pudieron dar la vuelta olímpica, cosa que no había podido sucederr en Durazno, cuando alzaron la Copa…
“Bueno, aclaremos que no fue una vuelta completa, porque estábamos muy cansados, pero igual fue una emoción tremenda y el público nos acompañó. En cierta forma cerramos aquel ciclo”.
-Y lo hicieron portando fotos de dos compañeros desaparecidos, que fueron campeones, es decir, Carlos “Negro” Diperna y Wilson López…
“Sí, quisimos demostrar que ellos siguen presentes y que son parte del grupo, aunque físicamente no puedan estar con nosotros. Además sus familiares nos acompañaron y eso fue muy vibrante para el plantel”.
-Si bien para todos fue emocionante, para vos debe haber sido particularmente significativo volver al Koster, por todo lo que viviste en este escenario después de aquel título, con Rovers y la selección de Soriano…
“Sí, después de aquel título con el Instituto Campos tuve la suerte de jugar mucho tiempo en el fútbol mercedario y de vestir la camiseta de la selección de Soriano y ser campeón en 1975”.
-Una selección del 75 que tampoco pudo dar la vuelta olímpica, como les sucedió a ustedes con el equipo del instituto Campos”...
“Es verdad, por todo lo que sucedió en Artigas y que mucha gente recordará. No fueron condiciones normales y después se quiso hacer ver que fue como un campeonato que nos regalaron, pero eso no fue así. A nosotros nadie nos regaló puntos para llegar a la primera posición hasta el final, pero en aquellas circunstancias no se podía jugar con Artigas. Cuando nosotros les ofrecimos jugar en condiciones normales, ellos no quisieron, con lo cual nos estaban reafirmando que habían utilizado elementos antifútbol y que no nos podían ganar. De alguna forma nos estaban legitimizando el título que habíamos obtenido correctamente dentro de la cancha”.
-Gracias, José Luis.
“Gracias a vos por acompañarnos y a toda la gente que se movilizó para organizar estas celebraciones que nosotros vamos a recordar siempre”.