Como todo clásico, el partido Remeros-Praga cumplido este jueves en el Gimnasio “Bellini” era aguardado con enorme expectativa entre los aficionados al baloncesto. Remeros buscaba tomarse la revancha de la derrota que había sufrido en el debut, cuando celestes y costeros debieron enfrentarse en el rectángulo de Sandú, en razón de la suspensión que por entonces le impedía a Praga utilizar su escenario mundialista, el Estadio “Alberto Della Santa”.
Esta vez Praga llegaba “mal herido” al duelo clásico, porque venía de perder en Fray Bentos, ante Nacional, después de haber sacado una diferencia que parecía indescontable. El impacto de ese resultado adverso fue importante, reconocieron algunos jugadores del plantelpraguense, quienes, sin embargo, pudieron reponerse y salvar con éxito este segundo clásico de la temporada. Pero el desafío era enorme, sin dudas, y más teniendo en cuenta que en este caso debía jugar en el rectángulo costero. Hasta allí llegó la hinchada de Praga, con globos celestes, para alentar ruidosamente todo el partido y festejar un triunfo que deja a su equipo al frente del certamen, junto a Esparta.
En tiendas de Remeros, en cambio, la actuación irregular del conjunto de Diodati ha comenzado a generar nerviosismo, más allá de que sea un torneo de enorme paridad.
Foto: Germán Romero, Cristian Mazzuchi y Nicolás Bartesaghi, festejando la victoria clásica en la sede de Praga, tras regresar del “Bellini”.
(*) Fotografía: gentileza de Santiago Ortega.