(por Aldo Roque Difilippo) En Biblioteca “Eusebio Giménez” se presentó el libro “Serás mía o de nadie” una investigación histórica del periodista Diego Fischer sobre la vida de la poetisa Delmira Agustini. Precismente este año se cumple el centenario de la trágica muerte de Delmira Agustini, un hecho que conmocionó a la sociedad uruguaya de las primeras décadas del Siglo XX.
En su investigación Fischer aporta nuevos elementos para conocer las circunstancias en que se desencadenó la muerte de la poetisa y de su esposo, pero también permite adentrarse en los preámbulos de ese hecho. Apoyándose en documentos Fischer refuta la versión oficial, repetida por décadas que afirmaba que Delmira fue asesinada por su esposo en un acto repentino, aportando elementos como para afirmar que se trató de un pacto suicida entre la pareja. En diálogo con @gesor Diego Fischer esbozó una pequeña aproximación a Delmira Agustini.
Ud. propone otra mirada sobre la peripecia de Delmira. ¿Quién fue Delmira Agustini?
-Es un misterio, ¿no?
¿ Era la netita que escribía cartitas tontas? ¿ La poetisa irreverente?…
-Era una mujer a la que se le exigió determinados comportamientos, como el ser una niña tonta en su casa. Hasta después de casada la siguieron llamando “la nena”, y ella se expresaba no como una nena sino como una nena discapacitada, porque leer a una mujer que se expresaba como Delmira frente a sus padres, cuando tenía 24, 25, 26 años, realmente hacía pensar que a esa mujer algo no le funcionaba bien en su mente.
Pero era el rol o el papel que le exigían sus padres que desempeñara frente a ellos, y ella lo cumplió al pie de la letra. Por otro lado estaba la verdadera mujer que amaba y que amó profundamente a su marido, y que tuvo el coraje de enfrentarse fundamentalmente a su madre, y eligió casarse con el hombre que ella quería realmente.
Esa era Delmira. Hay tantas Delmira como uno quiera ver, Pero yo rescato a la mujer. Mi investigación no estuvo ahondando en el tema de su obra. Creo que está suficientemente estudiada o híper estudiada. A mí lo que me interesaba era aportar una mirada distinta, o una mirada diferente a lo que hasta ahora se había dicho, no solamente de Delmira, sino de su familia y fundamentalmente de Enrique Job Reyes, su marido.
No fe mi propósito contradecir la historia oficial, los hechos de fueron dando de esa manera a medida que iba avanzando la investigación, y encontré una cantidad de documentos.