Hoy, como todos los 22 de setiembre de cada año, celebramos en Uruguay el “Día del Maestro”.

En este día quiero saludar a todos los compañeros  maestros y maestras; a los que están desempeñando esa noble  tarea, y a los que se han retirado de la actividad docente; a aquellos que se desempeñan en las ciudades, pueblos o villas, como a los que con enorme esfuerzo llegan cada día hasta las perdidas y lejanas escuelitas rurales del país, desafiando las inclemencias climáticas y dificultades diversas.

Cada vez el rol del maestro se torna más comprometido, con mayor incidencia social, en un mundo  de cambios profundos donde el aprendizaje se ha vuelto más complejo, no sólo porque existe demasiada información globalizada sino también porque los niños y jóvenes de hoy manifiestan  intereses y necesidades diferentes  a los  de otros tiempos,  lo que requiere una mayor destreza en el arte de educar.

Por cierto que en estos tiempos que corren el contexto social de los alumnos ha cambiado y cada vez más la educación y los educadores deben enfrentar mayores desafíos. Tener la posibilidad de formar y transformar a las personas desde la niñez, es un desafío intransferible; es parte de la vocación y el compromiso. El desafío y el compromiso de compatibilizar esa gratificación con las enormes  exigencias que la sociedad nos impone a todos los ciudadanos y la integración a los avances  tecnológicos que se van apoderando de la comunicación en esta nueva sociedad.

Ser maestro  es ser guía, es comprender que su misión debe  contribuir a la formación de personas creativas, reflexivas, libres, críticas, con capacidad de raciocinio y sensibilidad. Es ser orientador del conocimiento y desarrollo humano.

De la educación dependen en gran parte las potencialidades productivas de un país; pero también de ella depende la futura aptitud de nuestra gente para la convivencia cotidiana.

La educación debe asegurar la igualdad en el aprendizaje, debe fortalecer valores democráticos y espíritu crítico, pero también debe promover la formación de personas altamente calificadas para integrarse con éxito al mundo del trabajo, para lo cual es fundamental lograr el compromiso de todos los actores : familia, sociedad, Estado.

Para que la educación cumpla con ese rol, además de transformarse profundamente, debe existir un sistema de políticas sociales que funcionen en forma coordinada para levantar los déficits culturales y sociales de las familias a las que pertenecen las nuevas generaciones y que están a la base de las situaciones de exclusión social y de la segmentación educativa.

Este día, además de celebración deberá ser una instancia de reflexión respecto a la tarea y el papel del maestro en la sociedad, no siempre valorado, reconocido y respetado en su justa medida; una instancia para evaluar y valorar avances y conquistas; fortalecer  convicciones sin renunciar a ningún principio ni a la lucha por las reivindicaciones, porque la defensa de la escuela pública uruguaya así lo demanda y porque como dijera Varela :”La ilustración del pueblo, es la locomotora del progreso “.

Y hablando de educación, educadores y tecnología, voy a referirme  al Plan Ceibal.

El proyecto socioeducativo Plan Ceibal ( Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en Línea),  impulsado por el ex presidente Tabaré Vázquez  fue  creado por decreto del 18 de abril de 2007, con el fin de realizar estudios , evaluaciones y acciones necesarios para proporcionar un computador portátil a cada niño en edad escolar y a cada maestro de la escuela pública, así como también capacitar a los docentes en el uso de dicha herramienta y promover la elaboración de propuestas educativas acordes con las mismas.

Este plan, innovador y revolucionario, sin precedentes en el mundo por su alcance nacional, permitió que todos los niños de los centros de educación pública reciban una computadora portátil con conexión inalámbrica, tanto dentro como fuera del aula, brindando así conectividad a centros educativos y sus entornos en todo el territorio uruguayo.

Busca promover la inclusión digital, con el fin de disminuir la brecha tanto respecto a otros países, como entre los ciudadanos de Uruguay. Pero la sola inclusión de la tecnología en las escuelas,  no asegura el cumplimiento de la meta si no se acompaña de una propuesta educativa acorde a los nuevos requerimientos, tanto para maestros, como para sus alumnos y sus familias.

Es así que este Plan se basa en un completo sistema que busca garantizar el uso de los recursos tecnológicos, la formación docente y la elaboración de contenidos adecuados, además de la participación familiar y social.

En octubre de 2010, el Plan Ceibal comienza una nueva etapa entregando computadoras  a alumnos del ciclo básico de educación secundaria y a alumnos de UTU.

En marzo de 2011 comienza una ambiciosa etapa introduciendo computadoras con los estudiantes de jardines de infantes.

En el año 2012 se inició el programa del Plan Ceibal en inglés como un proyecto piloto en el que participaron mil estudiantes. Durante 2013 el programa se extendió a 25.000 alumnos y en el 2014 a 50.000.El objetivo de las autoridades es llegar al 2015 con 100.000 participantes.

Según estudios realizados el programa del Plan Ceibal en inglés redujo las brechas de aprendizajes entre estudiantes de distintos contextos socio culturales del país.

Los principios estratégicos que encierra este proyecto  son : equidad, igualdad de oportunidades para todos los niños y jóvenes,  democratización del conocimiento, también la disponibilidad de útiles para aprender, y un mejor aprendizaje, no sólo en lo que respecta a la educación que se imparte en la Escuela, sino también aprender por sí mismo a utilizar la tecnología moderna.

Sin embargo, el Plan Ceibal instrumentado por el Gobierno del Frente Amplio, mediante el cual cada estudiante y docente del sistema público ha accedido gratuitamente a una computadora, asegurando igualdad de oportunidades, ha recibido duras críticas  por parte de  algunos actores políticos que, a falta de propuestas,  han optado por el camino lamentable de la descalificación y el agravio. Tal es el caso de una docente, abogada, ex directora de Secundaria, integrante del Partido Nacional, la señora Graciela Bianchi,  que ha manifestado públicamente que el Plan Ceibal crea “idiotas informáticos”.

Tristes expresiones para una docente que se declara defensora de los más vulnerables; habrá que ver si ese sector de la población se siente representado por quien con el afán de lograr protagonismo, discrimina y menosprecia capacidades y capacitaciones.

Tan desafortunadas han sido sus manifestaciones que el propio candidato presidenciable del Partido Nacional, le habría sugerido  bajar los decibeles y llamarse a  silencio.

Mientras tanto, han sido entregadas más de un millón de computadoras del Plan Ceibal, continuando con la alfabetización informática y permitiendo la universalización del acceso a internet.

El mundo mira con detenimiento la experiencia de Uruguay, obteniendo reconocimiento internacional por ser el primer país del mundo en concretar un plan semejante que busca ampliar el acceso a la sociedad a la información y el conocimiento; sin dejar de reconocer que como toda herramienta y  construcción  humana está sujeta a errores , que es y debe ser siempre perfectible.