Como informáramos Cabezudo falleció en la madrugada de este lunes a la edad de 87 años. Deja tras de si una prolífica y fecunda producción artística atesorada en colecciones particulares e instituciones públicas de nuestro país y del exterior. Montevideano de nacimiento pero mercedario por adopción Fernando Cabezudo nació el 6 de enero de 1927. En Mercedes desarrolló toda su actividad artística. Primero como docente de dibujo. Al ser destituido por la dictadura cívico-militar se dedicó de lleno a la actividad plástica, tarea que desarrolló hasta sus últimos días.
La calidad de su obra ha sido reconocida, tanto en nuestro país como en el exterior.
En la tarde de este lunes, sus restos mortales fueron sepultados en el Cementerio Mercedes, en una ceremonia sencilla, siendo acompañado por algunas autoridades de la Intendencia de Soriano y de la Junta Departamental, pero fundamentalmente por familiares y amigos que cosechó a lo largo de su vida.
En una imagen significativa de lo que que fue su prédica y su apego por el terruño, fue sepultado en tierra. Sin discursos y sin la pompa habitual en estos casos para una personalidad de la talla de Cabezudo. Uno de sus amigos mercedarios reflejó con una frase el sentimiento de muchos. Mientras registrábamos ese momento en las fotografías que acompañan esta nota nos dijo casi en voz baja: “Se fue el pincel pero queda sus pinturas”.