Organizado por la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), el Centro de Archivos y Acceso a la Información Pública(Cainfo) y el Grupo Medios y Sociedad (GMS), se cumplió en Mercedes este sábado la tercera jornada enmarcada en el Primer Debate Nacional sobre mecanismos de autorregulación ética en la profesión periodística y en los medios de comunicación, con el fin de generar un amplio debate que contribuya a desarrollar un código de ética para la profesión periodística y la creación de defensorías de audiencias o consejo de prensa en Uruguay.
La iniciativa es patrocinada por UNESCO a través del Programa Internacional para el Desarrollo de las Comunicaciones (IPDC).
@gesor mantuvo entrevista con Edison Lanza, Doctor en Derecho, asesor jurídico de la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU) miembro fundador de la asociación civil Grupo Medios y Sociedad, docente en la Licenciatura en Comunicación Social de la Universidad Católica del Uruguay, uno de los exponentes en la ocasión, y deslizó sus conclusiones primarias que las tres jornadas celebradas han arrojado.
En ese contexto Lanza resaltó “el consenso, en la necesidad de este debate sobre mecanismos de autorregulación en la constatación que a veces hay criticas en el trabajo periodístico, con algunas justificaciones y otras no, hay que mejorar practicas”.
“Cantidad de temas comunes tanto que hacen al periodista de Montevideo como del Interior, en sus preocupaciones, las condiciones de trabajo, que a veces complican la labor, los temas de independencia, de los propios directores y editores, censura también o autocensura por la relación con el gobierno local o nacional a veces por medio de perder un fuente, un aviso, los conflictos de intereses que se dan muchas veces porque el periodista tiene un multiempleo, muchas veces debe trabajar en alguna repartición del gobierno, y en el medio y cuando debe cumplir su función de contralor del gobierno se encuentra en un conflicto interior porque debe criticar al lugar donde trabaja, o al jerarca con el que trabaja”, señaló Lanza.
Añadió como situaciones comunes a todo el país, “los conflictos de interés, también por los temas de publicidad, mucho más presentes en el Interior, en el sentido que muchos periodistas para pagar sus espacios deben vender publicidad y por lo tanto sienten que temas que si están involucrados a uno de sus avisadores o el sector en el que trabajan sus avisadores por ejemplo el agro y demás hay una limitación mas para trabajar”.
El manejo de la televisión generó significativa controversia sobre todo en el manejo de los temas de violencia, imágenes de niños y niñas, el manejo de la crónica policial, los límites éticos en como se exhibe ese tipo de información, donde a veces se admiten excesos de violencia extrema en un episodio que se puede narrar de otra manera, fueron conceptos manejados durante la jornada.
“Existen faltas en temas que están involucrados niños y niñas y que de pronto se muestran imágenes que el Código de la Niñez prohíbe, no es una cuestión solo ética, hay cosas que a veces se incumplen, una serie de temas que compromete a todos los periodistas y que sobre eso deberá girar el trabajo para generar un mecanismo de referencia ética".
En ese sentido ¿la formación de nuevos comunicadores es una preocupación que debe ser tenida en cuenta en este código de ética?
"Habría que vincular a la profesión con las Universidades, hay un acuerdo entre la Asociación de la Prensa, OPI, ANDEBU para generar talleres de capacitación, eso funcionó, este año se paralizó un poco, yo estoy trabajando en dos universidades donde se están generando mecanismos de prácticas pre-profesionales de los futuros comunicadores la idea es que puedan salir a los medios de Montevideo y del Interior a realizar unas pequeñas pasantías de dos o tres meses para conocer el trabajo de cerca. Y me parece que hay un debe en el sistema universitario de generar cursos para aquellos comunicadores que vienen de la época que no había licenciatura y tienen la necesidad de seguir formándose, desde la sociedad civil y de la Asociación de la Prensa algunas cosas podemos hacer, como talleres de acceso a la información publica, estamos pensando en hacer uno de investigación periodística para el próximo año, es limitado porque no somos instituciones educativas, tenemos otras tareas que nos absorben, como la protección de derechos, denuncias en cuestiones de control que hace el Estado".
De acuerdo a su conocimiento y experiencia de trabajo fuera de país como se ve la libertad de expresión y de prensa en Uruguay?
“Si uno lo ve desde de la perspectiva de la región, podemos decir que Uruguay está en una buena situación, hay un marco normativo y jurídico adecuado, faltan algunas cosas pero en líneas generales adecuado para ejercer el periodismo o la libertad de expresión. No hay persecución a periodistas, hostigamientos, asesinatos, todo ese tipo de agresiones a la vida del periodista y la libertad de expresión para eliminar voces, que lamentablemente existe en México, en Honduras, en parte de Brasil, etc. Todo eso en Uruguay no es una amenaza. En general no se reportan graves violaciones de supresión de información. Dicho ésto hay toda una agenda más sutil, más difícil de ver que en este tipo de encuentros se manifiestan: la independencia, la censura por razones económicas, la presión del jerarca cuando hay una proximidad, toda la regulación de los servicios de comunicación audiovisual y demás pueden generar algunos problemas para la libertad de expresión del Uruguay no tan grave como en otros lugares pero que tampoco hay que desatender por que siempre son una limitante”.
¿Cuánto incide eso en la distribución de la publicidad oficial?
"Es un tema claro de limitación, para empezar si el 95% de la publicidad oficial va para los medios de la capital y 5% para los medios del interior cuando éstos, han crecido tienen presencia y seguramente mucho más que el 5%, hay una inequidad y falta de criterio al asignar la publicidad oficial. Si la publicidad oficial además va a los mismos grupos concentrados de siempre, los estamos reforzando. Si por ahí hay alguno que gasta muchísimo dinero como ANTEL, no quiere decir cuánto gasta, falta transparencia en el presupuesto oficial. Después habría que revisar como asigna el Estado publicidad.
El Estado hace campañas prácticamente nacionales en la que todos los medios deberían ser beneficiados, viendo nada más los ratings, las audiencias que tiene cada medio, el Estado podría asignar, sin embargo le da la asignación, la deriva, a una empresa de publicidad, ésta con legitimidad se queda con una gran parte de esa torta que debería ir a los medios, le queda porque le cobra al Estado por hacer el plan, le cobra al cliente por darle el aviso, entonces de los cien del Estado, treinta quedan en la agencia de publicidad. Son mecanismos que deberían revisarse en clave de una ley de publicidad oficial y más difícil es cuando se acercan las elecciones, porque debemos preguntarnos ¿cuál es el objetivo de la publicidad oficial? A veces uno ve algunos avisos y cuestiona si un ente casi monopólico lo haga, ¿para qué? y si eso se hace en el año electoral se gasta mucha plata en promocionar la gestión de un jerarca, me parece estamos fuera de lo que es el objetivo de la publicidad oficial, que es hacerle ver a la gente un organismo, una empresa estatal, promocionar los derechos que le da a la gente, promover políticas publicas concretas. Pero hay muchos avisos que uno ve son alegorías o grandes marketing de algunas empresas que no estarían dentro de los objetivos".
El fenómeno de las redes sociales que parece “no tener techo” como debería encajar en este código de ética?
“Yo diría que algo tenemos que explorar, muchas veces tu trabajas para un medio y te enterás de una noticia, que es una primicia ¿la das primero en tu twitter o la das como era tradicional en el medio donde trabajas? Ejemplo encarcelaron un comerciante famoso de la ciudad y la tengo solo yo, la doy primero en mi twitter, es una información personal o la doy en el medio Después está todo el tema del seguimiento de las fuentes que tienen que ver facebook, twitter, los periodistas tienden a no salir de las redacciones sentados en sus mesas y cuando hay que salir a buscar algo relevante caen en el dijo, dijo, dijo, hay que salir a buscar información entonces, ahí hay un riesgo también para la profesión y el otro riesgo importante es el de dar opinión a través de las redes sociales, yo soy un periodista y mi objetivo o mi guía es la imparcialidad, porque si yo digo estoy a favor de esto o en contra de aquello o a favor de lo otro, me convierto en un actor de política, lo que quiero escribir sobre tal o cual noticia, puedo interpretar hacer una cantidad de cosas, pero opinar no y hay muchos periodistas que están opinando en la redes. Qué independencia puede tener a la hora de escribir un informe, reportaje, una crónica, una noticia sobre ese tema que están opinando.
Debería ser una ley el código de ética más allá de la “sanción moral”?
"Me parece que el código de ética no puede ser una imposición del Estado es una autorregulación que los periodistas nos damos, deberíamos tenerlo y generar algún mecanismos para aplicarlo que todavía no tenemos claro como puede ser”.
Y aquel que no se ajuste?
“Si fuera un código de ética de la APU, los socios deberían resolver y aquel que no se ajuste podría ser pasible de una amonestación, dictamen o resolución se publique en la pagina web, que todo el mundo lo sepa o eventualmente en una cosa grave, una desafiliación del gremio periodístico, esas son las herramientas con la que cuenta un mecanismo de ética no hay una sanción económica. En muchos países el hecho de ser amonestado moralmente señalado como sujeto de mala praxis genera la sanción real y la necesidad o el arrepentimiento de la persona que lo hace o el cese de esa actividad, creo que está pensado en esa clave. Que el Estado no lo imponga por una ley. Lo que sí creo a nivel de comunicación, es que los medios están obligados a tener mecanismos de autorregulación y a publicarlo, transparentarlo y hacerlo efectivo, si tu hoy lo hablás con una cantidad de medios te va a decir yo no tengo nada o tengo ningún código escrito”.
Ley de medios ¿sí o no?
"Eso habría que preguntárselo a Mujica, aparentemente ahora sí, él hablo la semana pasada, para todos los medios menos la prensa escrita que ya tiene su ley 15099 reformada por la 18515, no creo que haya que volver a tocarla pro lo menos por ahora, también perfeccionarla que siempre se puede. La ley de prensa referida a los servicios de Comunicación abierta televisión por cable y la convergencia con internet debería darse esa discusión”
Cuando desde el poder se desliza “si no estas conmigo sos mi enemigo” se pierde libertad. ¿Tiene autonomía el periodista?
Perjudica el trabajo de la prensa porque primero el periodista por más que tenga opinión y construya realidad como se dice y no un ser objetivo; pero tiende a ser imparcial, no tiene que ser parte a favor o en contra de un partido o de otro, el gobierno y la oposición, cuando hay tanta polarización y te pone el gobierno en ese lugar de opositor, te volvés en algo que no querés ser y estás condicionado, no accedás a las fuentes y tenés que salir a dar la pelea por otros medios, en una debilidad frente al Estado; la polarización es una situación jodida y a partir de si hay una polarización en el medio en el que trabajás prácticamente te anularon, podés hacer muchas cosas pero no vas a tener relaciones o vínculos con el gobierno, lo cual no habla nada bien de la sociedad democrática plural y pública”.
Hablando de las instancias que seguirán a estas de debate, ¿cómo se estará procesando todo ésto?.
"Pensamos procesar un documento, realizar una encuesta on line, para ver que opinan más periodistas sobre ésto y después designar un comité para redactar un código".
¿Quiénes intervendrían?
"Se debería designar a personas que entiendan del tema, que tengan tiempo, que acepten el reto, designar a tres personas que tengan reconocimiento y a partir de ahí empezar la redacción y la aprobación de la asamblea de la Asociación de la Prensa del Uruguay en todo caso y los mecanismos de realización por verse en estos próximos 6 meses”.