Santa Catalina (Por Sebastián Cáceres, Periódico Centenario, especial para @gesor) caceress@adinet.com.uy
Santa Catalina le ganó uno a cero a Fraternidad de Rodó y se quedó con el título del Competencia alcanzando el Tri Campeonato. Igualaron, 64 años después, la gesta deportiva más importante del club cuando en Cardona fueron campeones en los años 1947, 48 y 49.
Para eso fueron necesarios 120 minutos de juego ante un rival, que en varios pasajes del partido, lo tuvo contra las cuerdas pero no lo pudo liquidar. Santa Catalina llegó con la ventaja de que el empate le servía para alcanzar el título, pero en los primeros minutos se plantó en campo contrario y tuvo la iniciativa del juego.
Ese envión inicial le permitió llegar con claridad a poco de comenzado el encuentro, cuando Pablo Perazza avanzó por el sector derecho del ataque, hizo un cambio de frente para llegada del capitán Enzo Aresqueta, que elevó el remate sobre el horizontal. Una clara ocasión que pintaba como se estaba dando el comienzo de la final. Pero Fraternidad le fue tomando los puntos en el medio de la cancha. Aguiar comenzó a tocar con mayor asiduidad la pelota, Daniel Iturrióz recuperó una enormidad de balones, y de aquel comienzo mejor e incisivo del local, se pasó a un dominio táctico del decano, que controló el juego y comenzó a generar situaciones de gol.
En pocos minutos, sobre la media hora del partido, Fraternidad estrelló tres remates en los palos y erró un penal.
El volante Maximiliano Pastorino quebró el cerrojo defensivo de los “santos” con un disparo desde fuera del área que mereció una brillante intervención del meta Ciganda, que fue una de las figuras del campeón, colocando su brazo en el camino de la pelota que llevaba destino del red. El balón finalmente pegó en el travesaño y se fue al córner.
A los 32 minutos, una corrida de Nahuel Lapaz por la izquierda del ataque decano, puso al delantero dentro del área, y allí el arquero Ciganda lo derribó, sancionando el árbitro penal. La falta fue inobjetable y Fraternidad contaba con la inmejorable posibilidad de pasar arriba en el marcador y hacer efectiva la superioridad futbolística que estaba plasmando en la cancha.
El ariete Sebastián Antúnez acomodó la pelota, tomó una distancia corta y sacó un potente remate que dio de lleno en el horizontal, perdiéndose afuera. Pareció un golpe de agua fría para el albiverde, y a su vez un cimbronazo para la reacción locataria, sin embargo el partido siguió con el mismo tenor: la iniciativa y la pelota la tenía Fraternidad y Santa Catalina esperaba.
Cuando el primer tiempo expiraba otra corrida del juvenil Nahuel Lapaz lo puso en el camino del gol, pero su disparo cruzado encontró el vertical derecho del arco de Ciganda. Era la tercera pelota que se estrellaba en los palos y el comentario de que los “santos” parecían contar con la suerte del campeón comenzó a correr en el parque “1º de Agosto”.
Los ánimos caldeados fuera y dentro de la cancha se notaron al término del primer tiempo. Jugadores de los dos equipos cruzaron reproches e intentaron irse a las manos, pero otros disiparon esa situación. En la salida hacia los vestuarios también existieron forcejeos que no pasaron a mayores.
En el complemento la situación no varió demasiado y si bien Fraternidad siguió siendo el protagonista, producto de su necesidad de ganar para forzar otra final, no llegó con tanta claridad a la última zona locataria.
La ocasión más propicia se dio a los cinco minutos de iniciado el segundo tiempo, cuando en una incursión del lateral Sosa, tras habilitación de Lapaz, llegó hasta la línea de fondo, y en el área hechó el centro atrás para la aparición de Aguiar que remató pero el disparo salió rebotado al córner.
El partido se fue desdibujando y aparecieron las impresiones y pelotazos. Por un lado Santa Catalina comenzó a sufrir las lesiones de sus jugadores. Pablo Perazza se fue sentido y dio ingreso a Edison Marrero, que jugó pocos minutos, porque también se lesionó. Mientras que en Fraternidad el cansancio comenzó a pasar factura y apeló al pelotazo para llegar a la última zona “santa”, sin crear mayor riesgo.
Gol y campeonato
En el alargue el local se jugó a cerrar el partido (el empate lo coronaba campeón) y el decano procuró abrir ese cerrojo, pero careció de claridad para hacerlo. Aquellos 20 minutos finales del primer tiempo donde tuvo todo para ponerse en ganancia y noquear a su rival, ya estaban lejos y no volverían a repetirse. Así y todo empujó como manda su historia, pero enfrente había un equipo que si bien estaba sintiendo el trajinar de la final, con varios jugadores al límite de su esfuerzo físico, se las ingenió para que la supremacía que había mostrado en toda la temporada no se viera frustrada en ese último juego.
Cuando el complementario se agotaba y la parcialidad de Santa Catalina comenzaba a festejar, un pelotazo largo del meta Ciganda (al mejor estilo de Muslera en el saque que terminó con el gol de Suárez contra Inglaterra en el Mundial) puso a Collado en carrera hacia el gol, luego de que un defensa de Fraternidad peinara la pelota y dejara al delantero en posición para convertir. Iban 120 minutos y como designio de la vida dos ex jugadores de Fraternidad, el arquero Ciganda y el ariete Collado, se unieron en una sola jugada para que Santa Catalina ganara el partido y despejara cualquier duda sobre la superioridad actual de este club en la Liga del Centro.
Los jugadores de Fraternidad se agolparon contra el línea López, quien se equivocó al levantar el banderín sin darse cuenta que la pelota antes que cayera en los pies del delantero “santo” había sido golpeada por un defensa rival. El reclamo fue porque toda la línea final se paró ante esa señal del asistente, mientras el delantero siguió la carrera y anotó el gol.
Pero el partido no se definió en esa jugada, como tampoco Santa Catalina salió campeón por lo que mostró ayer. Los “santos” lograron el título por lo que hicieron en toda la temporada, donde fueron claros dominadores, terminando en la tabla anual cinco puntos arriba del segundo. Al fin y al cabo, Fraternidad no pudo confirmar su repute futbolístico del año en el momento que debió hacerlo, en la final, y ayer si bien jugó mejor, terminó sufriendo ante un rival que le aplicó la misma dosis con que se ha construido la historia decana: tuvo temple para aguantar el chaparrón y calidad para definir el partido cuando la posibilidad se le presentó.
En el fútbol hay momentos, que se aprovechan o desperdician. La virtud de Santa Catalina es la desde hace ya unos años a esta parte crear el ambiente para que esos momentos aparezcan y cuando llegan los aprovecha. Por eso su gente salta, canta y festeja. Es tiempo de celebración para un club que ayer emuló, 64 años después, el hito deportivo más importante que tenía su rico historial.
Los Detalles
Final de temporada 2014. Liga del Centro. Parque “1º de Agosto” de Santa Catalina. Público: 600 personas. Jueces: José Sierra, César López y Alfredo Flores.
Santa Catalina 1
S. Ciganda
J. Pérez
A. Castro
L. Maldonado
H. Aguiar
M. Clavero
G. Marrero
E. Aresqueta
L. Palacios
N. Collado
P. Perazza
DT. P. Brum
Gol de Santa Catalina: 120’ Nazareno Collado. Cambios en Santa Catalina: Edison Marrero por Pablo Perazza, Richard Díaz por Edison Marrero y Nicolás Osores por Lorenzo Palacios.
Fraternidad 1
G. Cavia
J. Calero
S. Luzardo
F. Martínez
N. Sosa
D. Iturrióz
J. Martínez
M. Pastorino
C. Aguiar
S. Antúnez
N. Lapaz
DT. G. Souberville
Cambios en Fraternidad: Alejandro Ramírez por Julio Martínez, Andrés Zugarramurdi por Daniel Iturrióz y Jhonny Lapaz por Sebastián Luzardo.