En su habitual columna semanal el diputado José Amy hace referencia a la situación en ASSE tras los procesamientos de notoriedad pública. Transcribimos el comunicado recibido:
"Luego de los bochornos ocurridos con la extinta PLUNA más los que vendrán, el caso de corrupción en la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) es la frutilla de una torta. Hace al menos una semana la opinión pública se conmocionó luego de que se hiciera pública una denuncia investigada por la justicia uruguaya. Luego de indagar a más de una veintena de personas, entre las que se encontraban jerarcas de la salud, médicos, sindicalistas, empresarios y demás funcionarios, el juez de Crimen Organizado, Néstor Valleti, procesó -sin prisión- al director de ASSE, en representación de los trabajadores, Alfredo Silva, por el “delito continuado de conjunción del interés personal y público”. Fue procesado también pero con prisión otro dirigente de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP), Heber Texeira, por el “delito continuado de conjunción de interés personal y público, y cohecho simple en reiteración real” y además, fueron procesados cuatro integrantes de la asociación civil “Buena Estrella” (empresa de limpieza que servía a los antes mencionados para concretar su fraude de sobre facturación) y otros cuatro empresarios por los delitos de “estafa y cohecho simple”. Propongo al lector poner énfasis en dos aspectos. Intentaremos detallar el procedimiento de la “gran estafa” hecha por Silva y sus asociados, para luego ofrecer nuestra opinión y actuación sobre lo sucedido. A grandes rasgos, lo que derivo en los procesamientos antes señalados fue la comprobación por parte de la justicia de que los trabajadores de la “Buena Estrella” registraban su asistencia en los centros de atención pero en realidad no cumplían dichas horas que, posteriormente, eran pagas por ASSE, según publicó días atrás “El Observador” cuyo monto ascendería a unos 75.000 dólares. Por otra parte, se constato que tanto Silva, como Texeira participaron en la conformación de Buena Estrella, a la que “respaldaron en diversas gestiones”, logrando “vincularla contractualmente” a diversas instituciones sanitarias o, en su defecto, aportándole información para que dicha empresa licitara realizando ofertas difíciles de superar para sus competidores. En el mismo sentido, la justicia también comprobó, a través de testimonios y escuchas telefónicas, que Texeira y Silva recibieron, en múltiples oportunidades, giros de varias empresas que prestaban servicios a ASSE en “retribución” a la intervención que lograban para ellas. Según la propia investigación judicial, Texeira incluso “amenazaba a las empresas con generar conflictos sindicales”, por lo que los empresarios pagaban coimas para así evitar problemas y lograr beneficios. Claramente la actitud pasiva del gobierno es intolerable por diversas razones. En primer lugar, fue el FA quien no reglamento la Ley de ASSE y dejó que Silva se aferrara a un cargo por más de 6 años, en segundo lugar, fue también el FA usando, una vez más, sus mayorías parlamentarias, quien evitó habilitar una investigación del caso, en tercer lugar, y si bien no dudamos de la buena fe de la Sra. Ministra de Salud, miro para otra lado cuando los malos tratos, presiones, remociones de directores, vehículos contratados para uso propio y acoso laboral era moneda corriente. Ahora resulta muy fácil decir ahora “tendríamos que haber echo algo”, claro que si, pero, como siempre, no lo hicieron. Falló el control del gobierno, no existió control de la gremial sindical, no así de quienes denunciamos hace más de 4 años, lo que podía pasar con Silva. A escasos meses de comenzar nuestra actuación como Representante de Soriano (20 de Octubre de 2010), hacíamos un pedido de informe a ASSE (que por supuesto nunca respondió) porque según se puedo saber en aquel momento un paciente del Hospital Zoilo Chelle había muerto por omisión de asistencia. Los rumores sobre la implicación de Silva presionando a favor del funcionario implicado -amenazando a las autoridades que de actuar en contra del funcionario el generaría un conflicto sindical- hoy se conocen por las propias declaraciones del ex Sub Director del mencionado hospital. En definitiva, tuvieron que pasar más de 6 años para que el gobierno se diera cuenta de algo que todos sabíamos y hoy, a pesar de una “autocritica”, nadie del gobierno recuerda que en 2011 cuando se negaron a investigar dijeron que en ASSE “no hay una bomba”, pues había un Patrón de ASSE y una olla podrida".