El Defensor de Oficio, Dr. Julio Guastavino, habló con @gesor minutos después de culminada la instancia llevada a cabo en el Juzgado Letrado de Primer Turno de Mercedes por el crimen de la joven Mariángeles Lapalma. Allí se supo que el asesino de la mujer se trataba de Hector Enrique Facioli, de 55 años de edad. Sobre el caso, Guastavino confirmó que "la Justicia de Mercedes dio a conocer la resolución primaria del procesamiento por "homicidio especialmente agravado". "La solicitud fiscal fue la que pidió el homicidio agravado, que coincide en parte con la confesión y con el relato que hizo mi asistido", expresó el abogado. Destacó que el autor material de los hechos dio a conocer ampliamente los detalles de lo sucedido, coincidiendo con los pasos dados en la reconstrucción y con el informe emitido por el Médico Forense. En cuanto a lo ocurrido y como fue asesinada Mariángeles Lapalma, señaló que "luego de una fuerte discusión mantenida por la pareja la mujer cayó al piso, tras ser empujada por su marido. Si bien tras la discusión el hombre optó por retirarse del lugar, en el momento no se percató que la mujer había golpeado sien izquierda, pensando que estaba viva".
El Dr. Guastavino también confirmó que "la víctima estuvo enterrada en un pozo negro entre 15 y 20 días, hasta que la policía logró dar con el cadáver de la mujer a partir de una investigación llevada a cabo".
Consultado sobre si hubo alguna otra persona implicada en el caso, el entrevistado resaltó que "del expediente no surge que exista la participación de terceras personas, que por lo menos estuvieran enteradas de este lamentable episodio", señaló.
A su vez, reiteró que "el procesamiento fue caratulado como "homicidio especialmente agravado" (Artículo 311), siendo agravado porque el hombre mató a su concubina, existiendo en este caso una pena de 10 a 24 años. Al cierre de la nota, el Dr. Julio Guastavino confió que "el hombre decidió enterrar a su mujer porque no había otra alternativa, llevó en brazos a su víctima, no hubo ningún arrastre o signos de violencia posterior. Cuando el hombre regresó de su trabajo, a las 4 o 5 horas, se dio cuenta que la mujer ya estaba muerta", terminó diciendo el Defensor de Oficio.