La Rue, quien participó en una charla sobre “Libertad de expresión y regulación de medios para la promoción y protección de los derechos de niños, niñas y adolescentes” organizado por la Coalición por una Comunicación Democrática (CCD) en la Asociación de la Prensa Uruguaya (APU), aseguró que la “ley es una gran contribución”. Afirmó que “la democracia de un país necesita de la democratización del uso de los medios” y expresó que “no debería retrasarse la discusión ni la aprobación [de este proyecto] porque se pierde el momento, la energía y los dos años de consulta y de debate”.
Contó que ha seguido mucho este proceso, al cual considera “uno de los más interesantes” en la región, y que le gustaría verlo concluir. Para el relator de la ONU, sea “antes o después de las elecciones -que ya es un tema electoral en el que no me meto- es importante aprobar la ley lo antes posible”. De todos modos, cree que “la ley trasciende estas elecciones y no tiene nada que ver con este proceso electoral: es un tema de Estado a largo plazo”.
Sobre las modificaciones que se realizaron en la comisión del Senado, La Rue dijo que aún está revisando los cambios, pero indicó como positivo “la reestructuración del órgano regulador” -en referencia a la transferencia de competencias desde la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicaciones al Consejo de Comunicación Audiovisual-, que era un tema que le preocupaba. Comentó que ahora se establece “un órgano regulador independiente y esto garantiza la aplicación de normas independientes” y señaló como “ventaja para cualquiera que gane las elecciones, que estas normas no van a ser manipuladas por nadie sino que van a ser en beneficio nacional”.
La Rue reiteró que este es el momento para votar la ley y recordó, a modo de ejemplo, la experiencia de la aprobación del Código de la Niñez en Guatemala. Contó que la normativa “fue aprobada por unanimidad, pero por suspender por un año su entrada en vigencia, ya nunca se aprobó, se perdió”.
Ariela Peralta, integrante del Consejo Directivo de la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDH), también remarcó la importancia de aprobar este proyecto en este momento porque “no sabemos la suerte que puede tener en un futuro”. Opinó que se trata de una iniciativa “muy positiva” porque “da armonía y actualiza un conjunto de leyes que se fueron aprobando en los últimos cinco años sobre libertad de expresión, acceso a la información, pluralidad y abolición de censura previa, que estaban dispersas”. También destacó que “el proyecto fue fruto de un proceso participativo”, tanto en el Consejo Técnico Consultivo que discutió y elaboró las bases, como en el debate de las distintas comisiones parlamentarias que recibió a numerosas y diversas delegaciones. Peralta señaló que “hay una corriente en América Latina y en el mundo sobre democratizar los medios de comunicación y hacerlos más plurales”, y espera que la ley sea aprobada porque significa “un avance muy interesante y es un ejemplo de un proyecto muy trabajado, mesurado y participativo”.
Todo por los niños
El relator de la ONU adelantó algunos aspectos de su informe sobre la niñez y la libertad de expresión, que será presentado en agosto. La Rue dijo que parte de un principio inspirador que estableció el diplomático brasileño Sérgio Paulo Pinheiro, cuando fue representante del secretario general para la violencia contra la niñez en el mundo: “Las niñas y niños no son personas en pequeño ni reducidas y por consiguiente no se debe entender que gozan de derechos humanos reducidos. Son seres humanos completos que gozan plenamente de todos sus derechos, incluyendo el de libertad de expresión”. Por lo tanto, señaló que tampoco es válido alegar que la protección de los niños “se debe dejar a los padres, porque es tirarles responsabilidades que el Estado tiene frente a un sujeto particular vulnerable”. El senador nacionalista Francisco Gallinal había planteado dejar librado al criterio de los padres la no exposición de los niños a imágenes violentas, y no regularlo mediante la ley SCA.
Por otro lado, La Rue planteó que es válido pensar en la protección “pero esto no agota el tema”. Si bien remarcó que “no queremos que los niños y adolescentes estén expuestos a contenidos que no son adecuados para su desarrollo emocional e intelectual, como la excesiva violencia o una sexualidad desmedida, que pueden hacer daño a la niñez”, agregó que es necesario hablar de la participación. Expresó que “en la convención de derechos del niño se dice que tienen derecho a ser escuchados”, o como prefiere llamarlo él, “a tener voz propia”, y resaltó que “la garantía más clara de la libertad de expresión y la democracia es la participación ciudadana”, lo que también es aplicable para los niños.
Acerca de la regulación de los contenidos para niños, La Rue indicó que en el mundo ya se ha aceptado un control, especialmente en dos áreas: la clasificación de películas en el cine y el horario de protección al menor en la televisión. Pero manifestó que respecto de la publicidad comercial todavía hay debate. En este sentido, reflexionó: “Si en algún momento en la actividad comercial se quitó la imagen de una persona inhalando un cigarrillo para que nadie aprenda a hacerlo” y de esta manera “proteger a la población en general del daño producido por el tabaco, cuánto más deberíamos estar haciendo nosotros para proteger a la niñez del consumo de productos que puedan ser dañinos”. Entiende que el problema es más complejo, pero aseguró que “la protección no es censura”.
(*) comunicado emitido por la Coalición por una Comunicación Democrática.
(La Coalición por una Comunicación Democrática está integrada por más de 30 organizaciones sociales, académicas y sindicales uruguaya. Surgió en el proceso de democratización de las comunicaciones que se desarrolla en el país, y tiene como misión promover y aportar al pleno ejercicio de derechos ciudadanos, entre ellos el derecho a la libre expresión, el derecho al acceso a la información, la igualdad y la no discriminación y a la producción nacional en la cultura).