El 27 de junio de 1973, a 1.40 AM, bajo un estruendoso aplauso y vivas a la democracia, finalizaba la sesión en la Cámara de Senadores, la última que se realizaría tras la decisión del Presidente Bordaberry de disolver el Parlamento.
Un día después, el 28 de junio, aquí en Soriano, un grupo de valientes ciudadanos se reunieron, desafiando las prohibiciones y las amenazas para celebrar la última sesión de la Junta Departamental de Soriano. Esa histórica sesión fue presidida por el recordado edil Carlos Rüsch y el orden del día era uno solo: “Tomar conocimiento de la comunicación recibida del Señor Jefe de Policía del Departamento, del Decreto del Gobierno Nacional que disolvió las Juntas Departamentales”.
Esa vez los ediles se reunieron contraviniendo la orden de las Fuerzas Conjuntas que ya las había declarado disueltas.
A las 19.35 horas del 28 de junio de 1973, entraron a sala los ediles: Antonio Borio, William Bonora, Cristián Correa Hors, Ruben A. Chinetti, Julio Lima, Sergio Méndez Costa, Gonzalo Novales, Ramón Fernando Ramos, Carlos B. Rüsch, Américo Sáenz, Juan José Torres y los suplentes: Jaime Abu Arab, Walter Alambarri, Amparo Español de Fregeiro, Juan C. Iannandrea, Alfredo Landó, Elisa Lockhart de Vuan, Rómulo Méndez Tovar, Raúl Rosales, Juan Sánchez, Edgardo Scaldaferro, Herman Viera.
El acta dejan constancia que “faltan los miembros titulares”: Wilson A. Abelar, Juan T. Aisburo, Carlos Bartesaghi, Juan Echaniz, Luis Omar Elisburu, Victoria Fernández , Hugo Galín, Luciano Golly Vera, Néstor Graña, Mirtha Irigoyen, Mario Martorano, Elbio Negro Prunell, Marcelino Pacilio, Dagoberto Rodríguez, Walfrido Rodríguez, José Artigas Ruiz, Eduardo Turuani, Leonel F.Vera, Carlos R. Viera y Hugo Viotti.
En Secretaría actuaron César Guimaraens y Alba Cardona de Márquez. El Cuerpo de Taquígrafos: M. Aida Rodríguez de Jaurena, Julieta Urdangarín de Parodi y V. Elisa Bentancor.
El Presidente de la Junta Departamental, Carlos Rüsch, decía dirigiéndose a los presentes: “Señores, la situación no la ignora ninguno de ustedes; incluso los señores ediles de la barra, los suplentes, todos conocen la triste emergencia en que está sumida la República Oriental del Uruguay. En la fecha, el señor Jefe de Policía concurrió a nuestro domicilio a comunicarnos verbalmente que el Gobierno Nacional había disuelto las Juntas Departamentales de toda la República. En esa instancia agradecimos la deferencia del jerarca policial, pero le pedimos que nos hiciera llegar por escrito la comunicación referida. Acá está. Por Secretaría se va a proceder a leerla. Es muy escueta, apenas cinco o seis renglones”.
Sr. Secretario (lee:) “Mercedes, junio 28 de 1973. Señor Presidente de la Junta Departamental de Soriano. Don Carlos B. Rusch. Ciudad. Habiendo resuelto el Poder Ejecutivo que lo dispuesto en el Decreto de fecha 27/VI/1973, por lo cual se disuelven las Cámaras de Senadores y Representantes, comprenda (sic) ** a la vez a las Juntas Departamentales, llevo a su conocimiento, que en razón de lo expuesto, ha quedado disuelto el órgano deliberativo de su presidencia. Saluda a usted atentamente. El Jefe de Policía. (Firmado:) Coronel Ulises Damini”.
Luego de ello habló el Presidente Rüsch y también varios de los ediles.
Uno de ellos, fue el actual diputado por Soriano, el nacionalista Gonzalo Novales quien recordó que “la citación la hizo Abel Zubiaurre que era un conserje, tras lo cual me decidí a ir, me puse en contacto con Carlitos Rüsch que me dijo que el motivo de la reunión era una manera de protestar por la disolución de las cámaras y de las juntas departamentales. Fuimos a la sección y algo raro es que había más gente en las barras que en las bancas, éstas se llenaron con la mitad de titulares y mitad de suplentes, donde no se llevó control si estaba el titular o no. Estaban los funcionarios y para que no se comprometieran y pudieran tener represalias, se les sugirió que se retiraran de sala y ahí después nos enteramos que cuando se iba de sala, Abel Zubiaurre prendió el grabador y lo dejó marchando, por eso fue posible conocer lo que había pasado aquella noche, es el testimonio que hoy existe y que cuando se inauguró el Museo de la Memoria en Montevideo en la que fue la Quinta de Santos, se incorporó como documento de la memoria popular el acta de aquella sesión histórica como un acto de resistencia a la dictadura”.
Novales dijo que considera importante se analice “las presencias y las ausencias a esa sesión, quienes estaban y quienes no, vale tanto una cosa como la otra. Los que hicieron uso de la palabra que fue lo que dijeron, eso quedó registrado para la posteridad. Yo le doy mucha importancia porque en Soriano fue el primer acto de oposición y repudio a la dictadura que se hizo con las armas civiles y democráticas, en un Parlamento, posterior a la disolución fue un acto de rebeldía, más allá de las movilizaciones y huelgas que se hicieron, especialmente en Montevideo”.
Valoró lo de Carlos Rüsch, “fue un acto heroico, una persona recta, democrática, fanático por sus convicciones, un acto de valentía ya que era funcionario público, no era un estanciero ni heredero de rica fortuna, era un simple empleado pública, pero tuvo enorme valentía, un acto de rebeldía y repudio, lo valoro muchísimo por quienes estuvimos ahí y dijimos lo que dijimos en ese lugar. Ha sido una de las mejores cosas que me pasó en mi vida política”.