(Por Juan Gerónimo Medina, especial para @gesor) El aporte de los jugadores litoraleños en el Proceso Tabárez es indiscutible. Jugadores como los salteños Luis Suárez y Edinson Cavani o el sanducero Egidio Arévalo Ríos han demostrado mas de una vez su importante contribución a la selección uruguaya de fútbol, Pero en el último compromiso encarado por Uruguay, por el Grupo D del Mundial de Brasil, frente a los ingleses, ese aporte pareció manifestare en toda su plenitud. La primera presentación del conjunto celeste en esta Copa del Mundo, ante Costa Rica, nos había dejado a todos un sabor amargo. Fue un debut decepcionante. Habíamos quedado mal heridos y teniendo por delante un durísimo desafío, enfrentar a un seleccionado europeo, que también venía de perder en el debut. Se esperaba el regreso de Suárez, es cierto, pero era difícil saber en qué condiciones retornaría, tras su reciente operación de rodilla.
La mano venía muy mal. La moral casi por el piso y, para colmo, en víspera del segundo cotejo nos enteramos que nos quedábamos sin el Capitán, aunque muchos pensábamos que esa ausencia podía ser beneficiosa, considerando la excesiva lentitud que hace tiempo ha venido mostrando el zaguero canario, pero era un riesgo también ver en escena a un jugador de poca experiencia con la selección mayor, como es José María Giménez, al margen de la confianza que podía inspirarnos. Lo cierto es que el partido contra Inglaterra no se presentaba para nada favorable a nuestros intereses. En los primeros minutos de juego, Inglaterra creó algunas zozobas en la retaguardia uruguaya, como lo publicamos en nuestro comentario en @gesor pocos instantes después del encuentro. Un jugador del Bajo Litoral, Cristian Rodríguez, nos animó un poco en ese primer tramo del enfrentamiento, cuando disparó sobre la portería inglesa, creando el primer peligro para los europeos. Era una señal que se podía jugar de igual a igual, a pesar de las limitaciones de algunos de nuestros jugadores y de las conocidas diferencias en materia de velocidad. Unos minutos después de ese llamado de atención del “Cebolla”, llegaría la apertura del marcador, a favor de Uruguay, por intermedio de Luis Suárez, con certero golpe de cabezal A todos nos emocionó ver cabecerar al salteño y marcar la apertura. Fue magistral. Sin embargo, más allá de su brillante culminación, la jugada del gol tuvo por completo el sello litoraleño, primero con el sanducero Nicolas Lodeiro y después con el salteño Edinson Cavani, que le dio el pase de gol a su coterráneo ante el asombro del estadio paulista. Faltaba mucho todavía, y teníamos que pensar en la avalancha inglesa que se vendría sobre el arco de Muslera, pero ese gol, nacido allá en el norte del Litoral, nos impregnó a todos de una poderosa energía incalculable y nos preparó para soportar el temporal. Y así fue. Inglaterra nos llegó a empatar, a través del temido Wayne Rooney, pero otra vez aparecería una anotación de origen litoraleño para sellar uno de los triunfos más increíbles logrados por el fútbol uruguayo a nivel de campeonatos mundiales. Si será valiosa la contribución del Litoral últimamente a la selección nacional (tanto en calidad como en cantidad), que en este Mundial están como exponentes de esa fecunda zona nada menos que Luis Suárez, Edinson Cavani, Egidio Arévalo Ríos, Walter Gargano, Nicolás Lodeiro y el fraybentino Gastón Ramírez, además del rosarino Diego Godín y el lacacino Cristian Rodríguez, que por colonienses pertenecen también a uno de los seis departamentos con costas sobre el río de los Pájaros Pintados, ese “Cielo azul que viaja”, como escribiera el sanducero Aníbal Sampayo.