Dolores (por Alvaro Martínez). Solo Peñarol un año y Progreso otro lograron tener desde el 2000 hasta ahora la copa que el cerealero tuvo el resto de las temporadas de este siglo.

En esta ocasión no la tuvo fácil ya que en la primera parte del año  las cosas no salieron bien a tal punto que la directiva tomó la determinación de cesar al técnico Fernando Bartaburu quien debutaba como  DT del equipo, con un magra participación en el Apertura.

Una vez cerrada la etapa con “El Barta”, la comisión acordó con otro hombre de la casa “Wilo" Mendez, quien sabía que el fierro que quedaba en sus manos era muy caliente pero el desafío de revertir y ser campeón era muy atractivo.

Algunos ajustes en el plantel y el esquema de juego fueron suficientes para que el equipo se quedará con el titulo de mejor año.

El camino a las  finales

Los dirigidos por Mendez se convirtieron en la segunda parte del año en el equipo más regular y aunque no lograron quedarse con el Clausura los puntos del Apertura y Clausura sirvieron para lograr la tabla anual y obtener un lugar en la final.

El rival de turno (Progreso) era el de todas loas horas, que ganó el Apertura de manera espectacular pero que en el Clausura durmió una larga siesta, al punto de terminar último en este campeonato.

De todos modos ya tenía boleto para la definición y fue así que enfrentó en partido semifinal a Peñarol que ganó al Clausura.

Como se recordará en la semi pasó de todo y todos nos quedamos con las ganas de ver los penales, pues cuando expiraba el partido, que estaba empatado a cero, una botella caía a la cancha y el encuentro fue suspendido.

Con los penales pendientes, que se postergaron por varios días primero por los incidentes y luego por las condiciones climáticas adversas, pasó mucho tiempo para saber quien sería el rival de Barracas en la finalísima.

Pero finalmente se tiraron los penales y Progreso fue más efectivo.

Con eso el Chaco tenía final y era contra su clásico rival el Club Sportivo Barracas.

Las finales

El chaqueño no recuperó nunca en esta definición el buen fútbol que tuvo en el Apertura y lo pagó muy caro.

Es que la verde parece haber perdido la memoria en el mes de junio y se quedó sin nada.

El domingo pasado Barracas ganó 4 a 0 y en este segundo juego Progreso ingresó al parque "Lavalleja" con la obligación de ganar para forzar un tercer partido.

Todos los climas de la final

A los 6 minutos del primer tiempo cuando la tarde ofrecía unos generosos 23 grados, el sol parecía abrigar las esperanzas del equipo de la calle 18 de Julio cuando su capitán Fernando Mazzoni conectaba un cabezazo que ponía el marcador uno a cero.

La tormenta del fin de semana anterior parecía quedar atrás y el equipo de Víctor Hugo Bonjour  parecía recobrar la memoria.

Después al ritmo del cambiante clima, el partido pasó por todos los estados posibles.

El viento empezó a soplar un poco más fuerte y a enfriarse la posibilidad de un Barracas campeón y cobraba vida la idea de que tendríamos otro partido para definir la contienda, pues Barracas no lograba imponer su fútbol y no llegaba al empate que era lo único que necesitaba para quedarse con la gloria esa misma tarde. 

El segundo tiempo el viento se le puso en la puerta a Barracas que perdió por expulsión a Cabrera y Salvo y no lograba batir el arco de Bonino.

Pero, en algún momento de la tarde la oncena de "Wilo" Méndez aprovechó el viento para inflar la camiseta y a fuerza de sed de gol y precisión alcanzó el título.

La precisión la puso Marcelo Contreras quien anotó mediante tiro libre poniendo la pelota a lo francotirador en el punto justo para batir al oponente.

La sed de gol estuvo en la persona del siempre buscador de redes Germán Ríos que anotó el segundo.

Aunque en la tarde del domingo, el viento fue en aumento y ya estaba del lado de Barracas que agarró viento en la camiseta para llegar a la gloria e imponerse 2 a 1 a su clásico rival y dar otra vuelta olímpica.